Desde el grupo Galup inciden en que la ludopatía «es una lacra social en este momento»
21 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.En un momento fueron ellos los que necesitaron ayuda para salir adelante. Ahora la brindan. Cuando Javier González se sintió recuperado de su adicción al juego gracias al apoyo que recibió de un grupo en Vigo, decidió «no tirar por la calle del medio» y suplir el vacío que existía hacia este problema en la comarca pontevedresa. Galup (Grupo de Ayuda a la Ludopatía) es un colectivo sin ánimo de lucro por el que desde el año 2000 han pasado cerca de doscientos afectados. Todos los miércoles, se reúnen de 20 a 22 horas en la Casa Rosada de Poio. Suelen acudir una media de una treintena. Y uno de ellos es Eloy Martínez, de 62 años, que acaba de cumplir cuatro sin jugar.
El juego, dice González, es «la gallina de los huevos de oro» para el Estado. «Una parte muy elevada de su presupuesto anual depende de él -señala mientras carga contra las negativas consecuencias que a su juicio conllevará el proyecto de Eurovegas-. Así que a las Administraciones las considero responsables. Y si a esos ingresos hay tales daños, por lo menos que un porcentaje mínimo sean capaces de aportarlo. Yo no me canso de decir que somos la hermana pobre de las adicciones. Se trabaja en los problemas de drogodependencia, de alcoholismo... ¿Y esto qué? Si es una lacra social en este momento».
Javier y Eloy rechazan que con la actual coyuntura de crisis se juegue menos. «No es así -afirma Javier-. Hay datos de que el bingo y las tragaperras pierden adeptos. Pero los juegos especiales de la ONCE y la europea han subido, un 39 y un 49 %. Lo que ha cambiado es el jugador de los premios mínimos a unos premios mayores con la ley del mínimo esfuerzo y la mínima inversión. Personalmente, me están mintiendo».
Desde que empezó Galup hace doce años, la media es de una incorporación mensual al grupo, como señala Javier. «Hay meses que ninguna y otros tres, pero el mes más importante para ingresos de ludópatas en rehabilitación es del de septiembre -comenta-. En julio y agosto hay más tiempo libre, más libertad y en septiembre te encuentras con que la gente despierta».
El perfil del usuario es el de un varón entre 18 y 40 años -solo seis mujeres acudieron desde el 2000-, «que busca dinero de una forma inmediata y con el mínimo esfuerzo». Las máquinas tragaperras siguen consumiendo la mayoría de las monedas y son el motivo principal de la adicción de los asistentes al grupo, aunque las nuevas tecnologías no les quedan a la zaga.
Javier publicó en el 2008 un libro sobre la ludopatía, editado por la Diputación. Tiene preparado otro, pero señala que lo presentó a dos editoriales «y me dijeron que no era importante para ellos». Dice que aunque sean pocos ejemplares, en bibliotecas o centros de salud pueden atraer y dar el impulso que necesitan los afectados para decidirse a entrar en rehabilitación.
62.345.697
Recaudación
El tributo a la Xunta descendió en 15 milones desde el 2007
1.313
Tragaperras
Instaladas en el 2011 en la provincia. Este año van 779
25
Salones
En la provincia hay además 6 bingos y un casino