Le llamaban el Perrete

B.R. SOTELINO VIGO / LA VOZ

FIRMAS

M. MORALEJO

Raúl González mantiene el espíritu de vocación internacional del establecimiento de prensa

30 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Bajo el nombre de Prensa Mundial, el quiosco de Velázquez Moreno continuó con el arranque del tercer milenio una historia que comenzó hace unos 70 años en la misma calle, primero en la esquina donde hoy está el Centro Social Novacaixagalicia y después enfrente de donde está ahora. «Casi con toda seguridad es el más antiguo de Vigo, porque había otro en Pizarro que era de la misma época, pero cerró hace poco», cuenta su actual propietario, Raúl González.

Antiguamente, al quiosco se le conocía popularmente como el Perrete y aún ahora hay quien sigue refiriéndose a él bajo esta denominación que, según cree, se debe a que el fundador tenía muy malas pulgas «e incluso algunos le jorobaban bastante con este tema. Iban y le preguntaban por cómics de El Perrete para enfadarle».

Este quiosco ya nació con vocación planetaria. En tiempos en los que Internet no existía ni en la imaginación, ilustres vecinos como Álvaro Cunqueiro iban allí regularmente para estar al tanto de lo que se cocía por el mundo adelante. Su dueño lo corrobora. «Era el sitio que todo el mundo tenía como referencia en Vigo por tener más prensa extranjera y revistas de todo tipo que ninguno. Y yo sigo manteniendo ese espíritu». González, que heredó parte de aquella clientela con solera, cuenta que desde que él llegó fue aumentando la oferta, «intento mejorarlo y traer cosas nuevas», asegura. Y aunque parezca lo contrario, ya que la cantidad de información que circula por la Red parece inabarcable, aún así no paran de salir publicaciones que aprovechan el tirón de las tendencias más en boga y de temas increíblemente especializados, desde revistas sobre modelismo militar a otras que analizan con rigor los misterios de la pesca con mosca. «Debe haber entre 1.600 y 1.800 referencias distintas», calcula.

Aunque domina el negocio como si llevara toda la vida, el quiosquero llegó al gremio hace casi doce años por casualidad, por un familiar de su mujer que era pariente del famoso Perrete. González venía del sector naval pero la reconversión le obligó a cambiar de planes laborales. «Era el director administrativo de una empresa auxiliar del naval, una fundición de acero que trabajaba para casi todos los astilleros», indica. Así fue como pasó del acero al papel, material que a pesar de su fragilidad y aunque ahora vive su propia crisis, parece más duro que el metal tal como están las cosas en la construcción de barcos. Pero el profesional, que forma parte de la directiva de la Asociación de Vendedores de Prensa, es consciente de que el momento no es especialmente halagüeño tampoco para ellos. «La juventud compra muy poca publicación escrita y se nota muchísimo, aunque aún vienen a por revistas de música, deportes, juegos de ordenador y deporte». Hay clientes que siguen manteniendo su fidelidad, pero no con la alegría de antes», constata, aunque comenta que algunos vienen regularmente, incluso desde Portugal, a por sus pedidos fijos.

Por su trabajo, Raúl González es un hombre muy bien informado, aunque de todo lo que tiene a mano, prefiere publicaciones de política.

Prensa Mundial sigue haciendo honor a su nombre y dispone de periódicos de numerosos países. Con las revistas, igual. Las hay de los cinco continentes y las diferentes ediciones que se hacen de las más famosas. Por ejemplo, de Vogue en sus versiones, de Japón hasta la rusa. Todas las moderneces conviven con clásicos como Revista de Occidente, fundada en 1923, que debe ser una de las más antiguas que se siguen editando.