Es buena nadadora. Practicó el piragüismo y cuando se mete en el agua disfruta como una sirena, incluso si está tan fría como la del río Verdugo. «Es un gran tónico para el cuerpo y refresca y activa la mente». A Teresa Pedrosa, el sol también le da mucha energía. «Si estás baja, te recarga las pilas y los días nublados lo echo mucho de menos». Se lo dice a todo el mundo: «Mi moreno es de Ponte Caldelas». Aunque reconoce que estos días está un poquito reforzado por el sol del Algarve, donde pasó un fin de semana largo con su marido y sus hijos.
Su madre tiene una finca en Vilarchán. «Nada del otro mundo -dice- un salón, una cocina, un baño, un porche, un asador enfrente, tumbonas, piscina de goma, manguera y ¡aire!». Los Pedrosa son como una piña y allí se juntan en verano para hacer sus churrascadas, acompañadas de una buena empanada. «Las que hacen en Ponte Caldelas son la mejores del mundo, que lo sepa la gente», afirma. «Hay días que nos juntamos veinte, otros quince y otros somos cinco, y el plan es comer, dejar corretear a los niños, tomar el sol y charlar», añade.
Cuando le apetece zambullirse, baja con sus hijos a la playa fluvial del Verdugo. «Es un entorno precioso para bañarse y para dar paseos por el río, está muy bien conservado y tiene muy buena accesibilidad». Teresa se acuerda de su amigo, el alcalde de Ponte Caldelas, y bromea. «¡Caray!, Perfecto ya me puede mandar unas truchas, con la propaganda que le estoy haciendo».
Le encantan los ambientes rurales por la paz que se respira, alejada del bullicio de la costa y de las caravanas. «Venir aquí es una desconexión total, te olvidas de todo». Pero de vez en cuando toca bañarse en el mar. «Nuestra costa también es maravillosa - señala- y a mí me gusta la playa en primavera y en septiembre, cuando no hay tanto agobio». El arenal de la ría al que suele ir es Canelas, donde tienen una casa su hermano Ernesto y su cuñada. Y uno de sus placeres es sentarse a tomar algo en una terraza frente al mar o frente al río.
Desde el pasado febrero es delegada estatal del Consorcio de la Zona Franca en Vigo y agosto se lo pasará trabajando, aunque con menos compromisos de los que tenía cuando era vicepresidenta de la Diputación y tener un fin de semana libre era casi imposible.
Este sábado asistirá a los actos de arranque de las fiestas del Cristo en la ciudad olívica y, por supuesto, no se perderá las corridas de toros de la Peregrina. Es muy taurina y con sus hermanas y amigas fundó la peña Las Verónicas, una de las primeras que hubo en Pontevedra formada solo por mujeres.
Por lo demás, su veraneo en los ratos libres es «familiar, familiar». Su próxima escapada también lo será y, de nuevo, a un ambiente rural, pero de Extremadura, la tierra de su marido. «Es de San Vicente de Alcántara, un pueblo de 5.000 habitantes, y allí nos reunimos con la otra parte de la familia».
Teresa Pedrosa Silva Delegada estatal de la zona franca
mi playa
tiempo de verano