En la mesa, su excelencia, la conserva

CARLOS CRESPO JOSÉ LUIS VILANOVA

FIRMAS

MARTINA MISER

05 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Explicábamos en el estreno de esta sección que su piedra angular sería el reconocimiento de la excelencia. Sin itinerarios preestablecidos. Dejándonos llevar por los sentidos nos acercaríamos allá donde topásemos mimo, calidad, creatividad y pasión por aquello que se hace o se oferta. Y son precisamente estos postulados los que definen la gama de productos gourmet de Conservas de Cambados.

El frío metálico que transmiten las líneas de envasado se desvanece de inmediato ante el cálido entusiasmo que irradian los artífices de este encomiable proyecto familiar. José Luis Alfonso fundó la empresa en 1985. Hoy comparte la dirección con su hijo Xosé, de 31 años.

A mediados de los ochenta hablar de delicatesen en España era una excentricidad. José Luis pensó que podía resultar oportuno crear un tipo de conserva de calidad que fuese dirigida a un público más exigente. «Aunque fuese un poco más cara», reconoce. Una afirmación con la que no estamos del todo de acuerdo. El exquisito mimo con el que se selecciona la materia prima -siempre fresca y procedente de lonja-, la elaboración absolutamente artesanal -en pucheros- de las salsas o el meticuloso proceso de empacado manual, pieza a pieza, justifican más que de sobra el precio de estas conservas.

El respeto por el producto alcanza aquí categoría de culto. «Es la base de todo», incide Xosé. «Si usas materia prima buena y la tratas bien te va a salir una buena conserva». Y añade que «con eso no se juega. Si un año, por ejemplo, no hay buen mejillones, pues no se fabrica».

De esa filosofía participan productos que se ofrecen al natural como los berberechos (5 euros la lata de 6/8 piezas), los mejillones -el suplemento Magazine de El Mundo los situó en el número uno en su cata- las navajas, las huevas de erizo o las almejas, todos ellos procedentes de lonjas de las rías. Pero también la comparten las elaboraciones tradicionales, como los chipirones rellenos en tinta natural (4 euros), el pulpo en aceite de oliva o en salsa gallega o la ventresca de atún con piquillos.

La oferta de Conservas de Cambados cuenta con propuestas tan sugerentes e infrecuentes como las almejas con setas en su jugo (12 euros), las huevas de merluza en aceite de oliva al limón (4 euros), las angulas en oliva (20 euros) o los chipirones en aceite con ajetes tiernos.

A esta, ya de por sí, tentadora oferta, Conservas de Cambados ha añadido desde hace unos años una gama de productos absolutamente innovadores y exclusivos, fruto de la investigación y de la inquietud conjunta de la conservera y el restaurador cambadés Antonio Botana, chef del Pandemonium.

De esa colaboración han surgido conservas como el salpicón de centollo de las rías sobre crema de alubias (20 euros), el pastel de merluza del pincho con sus huevas aliñadas (6 euros) o el manjar de hígado y rape de pato (5 euros). La última creación de Botana para Conservas de Cambados ha sido la conserva de lamprea fresca del Miño en salsa bordalesa, presentada en el certamen Madrid Fusión y alabada por reconocidos restauradores y gastrónomos.

Además de por su inquietud y por su afán innovador, a Conservas de Cambados se la identifica por la red en la que se presentan envueltas cada una de sus latas. «Empezamos hace 20 años como un sencillo homenaje a los pescadores». Hoy es ya una seña de identidad de la marca. Como lo es también el prestigio con el que la firma pasea el nombre de la conserva gallega por todo el mundo.

FICHA

LOCALIZACIÓN

Lugar de Porto s/n. Barrantes. Ribadumia. Tlf: 986 745 405

WEB

www.conservasdecambados.com

SUGERENCIAS PARA UN MENÚ

Sopa fría de tomate con berberechos de las rías gallegas. Tosta de sardinilla en aceite de oliva con alioli suave y rúcula. Lamprea del río Miño en salsa bordalesa con arroz blanco y picatostes.

EN CLAVE PERSONAL

LA JOYA DE LA CASA

«Siempre es la última, ¿no? Sería entonces la lamprea. Pero también gustan mucho las delicias de atún rojo de almadraba en aceite de oliva y el pastel de merluza con sus huevas aliñadas»

EL SUEÑO

«Crear en la conservera una escuela donde poder experimentar y, al tiempo, enseñar a la gente a usar la conserva en la cocina. De momento, lo que vamos a hacer es un blog para presentar las recetas»