La primera mujer que lidera esta agrupación, con 52 años de historia, reivindica el papel de las voces femeninas del coro, que empezaron a incorporarse en 1974
06 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ángeles Díaz Castro, ferrolana de 57 años, pertenece al Cuerpo de Damas de Sanidad Militar, fundado en 1941, y trabaja en el área de consultas externas del Hospital General Juan Cardona desde 1980. Esta soprano se inició en el coro de una iglesia y presidió durante años la coral San Pablo, en Ferrol. De aquel tiempo viene su relación con Lucero del Alba, la rondalla creada en Neda hace más de medio siglo -en 2010 fue galardonada con la Medalla de Oro del Concello y en 2015 conmemoró el 50 aniversario-. «Vinieron a buscarme, me convencieron y me fui para allí hace unos diez años», cuenta la ya primera presidenta de la agrupación, cargo que asumió a mediados del mes de octubre.
Díaz repasa la historia de la entidad que ahora representa, fundada en 1965 por Julio Rey López y un grupo de siete adolescentes, «reflejados en las siete puntas de la estrella que corona el emblema de Lucero, colocada en lo más alto de su bandera y hoy plagada de cintas [la original se conserva en el local cedido por el Ayuntamiento en la Casa da Cultura]». Santiago Rivas, Pepucho, era el director musical en los inicios, «llenos de ilusión y grandes esfuerzos». Recuerda que compraron los instrumentos gracias a una cuestación popular en la villa y a que el sacerdote José Bello adelantó el dinero.
«Sin dar el brazo a torcer»
Lucero del Alba, la rondalla más antigua de la comarca, que hoy cuenta con 48 integrantes, debutó en 1966 y en 1970 se incorporaron las primeras voces femeninas, «en contra de algunas opiniones». Algunas de aquellas mujeres cuyo papel reivindica la ahora presidenta continúan cantando en la rondalla de Neda. «Lo pasaron muy mal, no eran queridas en ningún ámbito [...], tienen mucho valor, lucharon por estar ahí, sin dar el brazo a torcer. Ahora nosotras tenemos el camino abonado», subraya. Pero aún queda un trecho largo que andar para romper con una tradición que margina a las féminas.
«Ahora creo que ya ha ido a menos [...], yo estoy dispuesta a colaborar en todo y así lo transmitiré en la reunión para la Fiesta de las Pepitas», remarca. Menciona a Cansado Justo, al frente de la rondalla nedense de 1986 a 1989, y a Guillermo Corella, que llegó en 1990. En más de medio siglo de historia, Lucero del Alba ha actuado en toda Galicia, Asturias y León, con un repertorio que abarca desde las habaneras a la música gallega o popular, el vals, la danza, el bolero, la canción mexicana o los temas religiosos. Participa en el Festival de Habaneras de A Coruña y lleva dos décadas organizando el Festival da Canción Mariñeira de la Villa de Neda, de carácter anual.
«Intento unir y pasarlo bien»
A Ángeles los ensayos del coro, tras una casi siempre agotadora jornada laboral, le dan vida. «Ser rondallista me llena muchísimo, llegas, te colocas en tu sitio, a veces tienes problemas porque la canción no siempre sale, pero a las diez de la noche sales con la mente despejada. Pero lo más, lo más, es que hacemos mucha unión. Me interesa más pasarlo bien que cantar, que es importante y salimos mucho, pero la mayoría son gente mayor [ella es la más joven] e intentamos que lo pasen bien [los propios músicos y también el público]. Quiero mucho al Lucero del Alba, es como si fuera de Neda, solo me falta empadronarme», ríe.
El título del cedé que grabaron en 2014 resume bien el espíritu del grupo. «Nosotros cantamos con todo el corazón», destaca, bajo la dirección musical de Juan Carlos Martínez Dombriz, al frente de los tres ensayos semanales (dos de voces y músicos por separado y uno todos juntos). Díaz acaba de aterrizar en el cargo, elogia la labor de Andrés Pena, que presidía la rondalla Lucero del Alba cuando ella se incorporó, y parece dispuesta a ir dando pasos para «renovar, y que la mujer salga más a la luz».