El gorrino «Antón» busca dueño

ANA F. CUBA ORTIGUEIRA / LA VOZ

NEDA

José Pardo

Si el ganador del cerdo de Espasante no aparece el 6 de febrero, la comisión lo rifará o lo venderá al mejor postor

25 ene 2017 . Actualizado a las 07:51 h.

El cerdo Antón, símbolo de Espasante, busca dueño. Hasta el momento no ha aparecido el poseedor de la papeleta ganadora del sorteo del gorrino, que coincide con el número premiado en la lotería del Niño, el 08354. Y si no se manifiesta antes del 6 de febrero, la comisión de fiestas, encargada del cuidado y la manutención del simpático animal, lo rifará o lo venderá al mejor postor. «Caduca ao mes, así que temos que esperar uns días máis», comenta Aitor Ojea, organizador de los festejos de san Antón, en junio, y san Roque, en agosto, de este año, junto a Jesús Martínez (presidente), Christian López, Chema Trasancos y Javier Peña.

Mientras espera un destino -«cun veciño ou nunha carnicería», apunta Aitor- Antón juega en su recinto y pasea por el pueblo de la mano de sus asistentes, «igual que se comporta un can». Pesa unos 120 kilos, bastante menos que el abuelo Antón, como han bautizado algunos al primer marrano de Espasante indultado. Ocurrió en 2013, por iniciativa de Agustín Maciñeira, Nelo, después de que el afortunado en la rifa de Antón se lo regalase a un amigo, que decidió donárselo a la comisión. El abuelo, a punto de cumplir cinco años, hoza en el recinto habilitado en la granja escuela Belelle, donde exhibe sus alrededor de 300 kilos, para deleite de los visitantes.

Nelo va a verle cada siete o diez días. «Lévolle un saco de penso cada vez, mazás da casa, e se non dunha froitería de Neda. Coñéceme a min e incluso o coche; cando chego e o escoita, se está deitado, xa se levanta... Ata me coñece o burro que ten ao lado, porque tamén lle dou froita», cuenta. «Come mucho y crece mucho, nosotros también le damos cereales, las mondas de las patatas o los restos de repollo de mi madre, cuando le das algo distinto le encanta», relata María Beceiro, del centro nedense. La ampliación del recinto no contenta del todo a Nelo, que pide algo más de espacio para el gran cochino, «se se puidera».

Dos marranos indultados

Tras el indulto de 2013, el primero en dos siglos de tradición en el Porto de Espasante, la medida de gracia se repitió en 2014, con algo más de controversia. La salvadora del animal fue Carla Vilela Doce, enfermera y técnico veterinario. Aquel Antón vive en el santuario animal Vacaloura, en Santiago, «muy bien cuidado», asegura. Vecinos del pueblo se manifestaron entonces a favor de mantener la tradición de sacrificar al gorrino. La actual comisión es partidaria de respetar la costumbre bicentenaria. Si alguien está interesado en Antón puede contactar con ellos en comisionportodeespasante17@gmail.com o a través de Facebook (Festas San Antón Porto de Espasante).