Nueva vida para el matadero

NARÓN

CESAR TOIMIL

La Mancomunidad pretende dar un nuevo uso a las abandonadas instalaciones del polígono de A Gándara y baraja la posibilidad de sacarlas a la venta o alquilarlas

11 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El viejo matadero mancomunado de A Gándara, que se estrenó en mayo de 1987 y cesó en la actividad para la que fue concebido a principios del 2017, languidece sumido en el abandono. Esa deterioro derivó en una serie de robos y actos de vandalismo en el interior de las instalaciones, por lo que el Concello de Narón, en cuyo territorio se encuentra, tuvo que proceder al tapiado de las zonas por las que se podía acceder.

El ente supramunicipal se plantea ahora darle una nueva vida, bien como un servicio que pueda ser compartido por los nueve concellos que conforman la Mancomunidad o poniéndolo a la venta o incluso alquilándolo. Pero para ello resulta preciso modificar la calificación jurídica del inmueble, porque lo que está claro es que como matadero no tiene futuro.

El pleno de la Mancomunidad ya está tramitando su desafectación como bien de servicio público, que no permitía otros usos al margen del sacrificio de reses, y su posterior calificación como bien patrimonial o de propios, que son los bienes propiedad de un municipio que proporcional una renta al mismo al ser arrendados.

El siguiente paso que tendrán que dar los concellos de Ferrol, Narón, Valdoviño, Cedeira, Neda, Fene, Cabanas, Ares y Mugardos, que son los que en la actualidad conforman la Mancomunidad, es definir si ponen en venta las instalaciones, las alquilan o las ceden en concesión a alguna empresa que pueda contribuir a la dinamización económica del polígono de A Gándara, aunque también se baraja la idea de destinarlas a fines sociales compartidos.

El matadero mancomunado dejó de funcionar como tal en febrero del año pasado, cuando la firma que lo explotaba desde hacía más de veinte años, Distribuciones Cárnicas Sanesteban S.L. tuvo que acudir a un expediente de regulación de empleo (ERE) y se disolvió.

Las instalaciones ahora en desuso fueron el primer servicio que impulso el ente mancomunado. Su puesta en marcha no estuvo exenta de polémica por diferencias en el propio seno del ente mancomunado sobre qué tipo de empresa debería gestionar el matadero. Tuvieron problemas, asimismo, con la primera adjudicataria, Frigoríficos del Norte de Galicia S.A., a la que se le rescindió el contrato, al igual que a la siguiente, Sadepor, que un año después de que se licitase de nuevo la explotación incurrió en incumplimiento del contrato.