Empresarios de Río do Pozo piden vigilancia y que se corte la maleza

NARÓN

JOSE PARDO

Los robos con inhibidores que anulan las alarmas están generando preocupación

21 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Vivo con preocupación porque estou convencido de que un día ou outro van volver». Lo decía ayer Antonio Bonome, propietario de un taller de automoción asentado en el polígono industrial Río do Pozo, en Narón, que fue asaltado dos veces por los ladrones hace unos meses y que también vivió de cerca el robo a través de un butrón registrado la semana pasada en otra empresa de la zona. A su modo de ver, a la falta de vigilancia en el asentamiento industrial se suma el hecho de que las parcelas sin edificar están cubiertas de maleza que facilita que los ladrones puedan esconderse y actuar sin ser vistos.

En su negocio entraron la primera vez en noviembre del 2016 por la ventana del bajo, reventaron todas las puertas y se llevaron las monedas del cambio. Cuando colocó rejas en esa ventana, en febrero de este año los ladrones volvieron a asaltar su nave, en esta ocasión por la parte alta y utilizaron una escalera de cinco metros que dejaron apoyada en la pared cuando huyeron. Solo se llevaron un juego de llaves pequeñas del taller que se supone que utilizarían para abrir las chapas en otras naves.

Antonio Bonome asegura que hay más empresas afectadas y cita el reciente caso de la gasolinera asaltada el pasado fin de semana por un atracador armado con un cuchillo «e temos medo», apostilla, añadiendo que varios empresarios ya hablaron de la posibilidad de contratar vigi lancia privada, «aínda que se tiveramos vixiantes non poderían andar porque isto é unha auténtica selva». A este respecto, dice no entender por qué no actúa nadie, «porque eu cando comprei a parcela obrigáronme a construir en dous años».

La empresa de repuestos Lausan también fue asaltada hace cuatro meses. Los ladrones realizaron un butrón, reventaron las puertas y se llevaron algo de dinero. La alarma no sonó, al igual que ocurrió hace una semana en la nave de Motor Narón, en la que también practicaron un butrón, por lo que se sospecha que los ladrones utilizan inhibidores de frecuencia para inutilizar los sistemas de seguridad.

Antonio Guizán, gerente de Dispan, también incide en el abandono en el que se encuentra Río do Pozo, tanto en materia de vigilancia como por el estado de las parcelas. «Estamos desamparados. Vexo pasar máis veces a Guardia Civil de Tráfico, que aquí fan escabechinas, que á Policía», señala, añadiendo que los fines de semana el polígono está totalmente vacío.

Este empresario incide, asimismo, en que la señalización se ha quedado obsoleta, porque muchas de las empresas que figuran en los indicadores ya no existen y otras que sí están en activo no figuran, algo que ocasiona auténticos quebraderos de cabeza a los camiones que reparten mercancía.

Guizán pone de manifiesto, al igual que otros empresarios de Río do Pozo, que todo este abandono se produce en un polígono en el que «estamos pagando impuestos, por lo que tendríamos que recibir una mayor atención». Y cita el hecho de que, a mayores de lo que ya venían pagando, hace un año les comenzaron a llegar los recibos para el abo

no por los vados en las aceras.