Estudiantes de FP Básica de Carpintería del CIFP Ferrolterra fabrican casas-nido para fomentar la biodiversidad y luchar contra las plagas en el municipio
06 dic 2023 . Actualizado a las 16:24 h.«Los alumnos trabajan mucho mejor y se sienten más motivados cuando las cosas que fabrican en el taller no se quedan en meros ejercicios de clase, sino que después tienen un uso». La frase sale de boca de Enrique Pazo, director del Centro Integrado de Formación Profesional Ferrolterra, y basta con visitar el taller del ciclo de FP Básica de Carpintería del centro para comprobar que no miente.
Allí, alumnos como Edy Jiménez, de 17 años, se afanan estos días en la construcción de unas doscientas casas-nido para aves con madera de pino. «Al principio no sabía si esto de la carpintería me iba a gustar, pero por lo que he visto hasta ahora ya puedo decir que me gusta, y todavía lo disfruto más cuando hacemos cosas que van a ser útiles para la sociedad», comenta este alumno que aterrizó en Ferrol procedente de Cuba hace ahora un año.
Sus profesores cuentan que es uno de los más aplicados, y junto a sus compañeros, este curso se enfrenta al desafío de responder como si fuesen verdaderos profesionales a un encargo procedente del Concello de Narón, según explica su profesor, Toni Ramos. Y es que la fabricación de las casas-nido que llevan a cabo los estudiantes responde a una iniciativa de la Concejalía de Medio Ambiente de ese municipio para lograr un doble objetivo. Por un lado, proteger la biodiversidad y recuperar especies de aves que se encuentran en declive. Y por otra parte, impulsar la lucha biológica contra las plagas de insectos.
Según explican desde el departamento naronés de Medio Ambiente, estas casas-nido están pensadas para favorecer la reproducción, anidación y cría de los páridos y otras aves insectívoras que se suelen utilizar como armas biológicas en la batalla contra las plagas. En concreto, los estudiantes están fabricando pequeños hoteles para varios tipos de «ferreiriños» (el cristado, el azul, el negro o el rabilongo), el «picafollas común», gorriones e incluso murciélagos.
«Los diseños son muy importantes, porque tienen que cumplir una serie de requisitos para evitar que puedan acceder los depredadores», explica Toni Ramos. Así, el agujero de entrada no puede medir más de 27 o 33 milímetros, dependiendo de la especie; todas las casitas-nido deben contar con una puerta batiente para permitir la limpieza y desinfección de las cajas de forma periódica; y en esa puerta no se puede instalar el típico palito para que las aves se posen, ya que en realidad no lo necesitan, y en cambio, pueden servir de apoyo para posibles depredadores, como urracas, roedores o gatos.
Además, las cajas están siendo fabricadas con madera de pino rojo tratada con aceite de linaza, un material aislante que protege a las aves del frío en otoño e invierno y del calor en primavera y verano.
Según explican desde la concejalía de Medio Ambiete de Narón, lo ideal sería instalar todas las cajas en montes y zonas verdes del municipio (bien colgadas de las ramas de árboles bien clavadas a postes de madera) antes de la primavera, que es la época de reproducción y cría. «Los chicos están trabajando muy motivados y a buen ritmo, así que yo creo que las primeras estarán listas en enero», avanza Toni Ramos.
Gateras para el refugio de Mougá o juegos para el CEIP A Magdalena
El proyecto de casas-nido para Narón no es el único con aplicación en el mundo real en el que se han visto involucrados los alumnos de los ciclos de Carpintería del Ferrolterra. También hicieron un «hotel para gatos» (compuesto por cinco habitáculos para 12 mininos) para el refugio de Mougá. Y ahora están trabajando en una estación de bicis para el propio CIFP Ferrolterra y también fabricarán juegos para el parque infantil del CEIP A Magdalena de As Pontes.