Las librerías viven una nueva primavera como baluartes del patrimonio cultural
FERROL CIUDAD
«Los libros son una ventana abierta a la libertad», dice Rafael Silva
24 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Durante los momentos más duros de la pandemia, los libros se convirtieron en un verdadero refugio para una buena parte del país. Incluso para muchas personas que hasta entonces no tenían como principal afición la lectura. Y eso ha ocurrido, entre otras razones, porque «leer nos permitió seguir viajando cuando casi era imposible salir de casa», como dice, con la inteligencia de siempre, Rafael Silva (Silleda, 1937), toda una institución en el mundo de libro: el propietario de la legendaria librería de Santiago Follas Novas, casa que ya ha celebrado su primer medio siglo de existencia.
Los libros han vuelto a recuperar el lugar que les corresponde, el que ya se les negaba a veces. Lo cual ha hecho posible que, aunque las distintas fuentes consultadas afirmen que no en todos los casos se han consolidado los incrementos en las cifras de ventas que vinieron de la mano de las restricciones de movilidad provocadas por el pandemia, a día de hoy bien pueda decirse —sin que sea del todo descabellado hacerlo— que las librerías viven una nueva primavera.
El mayor de los tesoros
«Mi deseo es, desde siempre, que a todas las librerías les vaya bien —comenta Rafael Silva—. Las librerías, y los libros que hay en ellas —subraya—, son una ventana abierta a lo más valioso que poseemos, que es la libertad». «Santiago, nuestra ciudad —añade Silva—, ha ido perdiendo librerías con el paso de los años, y eso me entristece mucho, porque soy consciente de lo que representaban para Compostela».
«Yo mismo —sonríe Rafael Silva—, cuando escucho decir que Santiago, y quizás incluso Galicia, no serían lo mismo si no existiese Follas Novas, a veces me pregunto si no habrá, en esa afirmación, algo de cierto. Porque, en el fondo, ¿qué es una ciudad, cualquier lugar —pregunta—, más que un permanente diálogo con la creación y con el conocimiento, con lo que merece la pena saber...?».
El número de lectores
Paula Veira, de la Federación de Libreiros de Galicia, subraya, por su parte, la importancia de «consolidar o número de lectores». Y recalca, además, la necesidad de «manter o empuxe, no apoio ás librerías», que han evidenciado, durante la pandemia, lo trascendental de su labor. Pilar Rodríguez, de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), reivindica el «papel fundamental» que las librerías deben tener en nuestro tiempo. Y Carmela González Bóo, directora de la emblemática librería Biblos de Betanzos, afirma que aquello que existe «para difundir as ideas e a creatividade», no puede ser visto como «un establecemento máis».
Ana Gundín: «O importante é o traballo que se fai día tras día»
Ana Gundín, propietaria de la librería Brétema de San Sadurniño, afirma que «o importante é o traballo que se fai día tras día», porque «a defensa do sector do libro é algo co que todos temos que ter un compromiso permanente». Apunta, además, que una librería «ten que ter o seu propio programa de actividades sempre, porque a dinamización cultural é unha parte moi importante do traballo que se fai neste sector». Y asegura que el afecto de quienes aman los libros es una «satisfacción permanente» para quien regenta una librería «por vocación».
«A lectura é algo que te acolle sempre», afirma Antón Pedreira
Lo anota el histórico librero compostelano Antón Pedreira: «Unha librería é, sobre todo, un espazo cultural, e iso non se debería esquecer xamais». Infatigable defensor del mundo del libro —y, de una forma muy especial, de la cultura de Galicia—, Pedreira, de la librería que lleva su apellido, es un verdadero símbolo del empeño en hacer de las librerías un espacio de encuentro, de diálogo y de intercambio de ideas. También él subraya hasta qué punto los libros fueron, durante la pandemia, un refugio para la sociedad. «A lectura é algo que te acolle sempre».
David Justo: «Medidas como la puesta en marcha del Bono Cultura sí ayudan a este sector»
El ferrolano David Justo, propietario de las librerías ferrolanas Central Librera Real y Rosetta, afirma que «medidas como la puesta en marcha del Bono Cultura sí ayudan a este sector, que lo que necesita es un apoyo real».
David apunta que, en efecto, la pandemia trajo consigo una recuperación de los hábitos de lectura «realmente sorprendentes», pero que «ahora habrá que ver, al cerrar el año, hasta qué punto esos incrementos en las ventas se han consolidado». En este sentido cree que, «de momento, antes de extraer conclusiones, habrá que aguardar a hacer un balance de verdad, con cifras contrastadas». Pero, en cualquier caso, lo que sí comenta, con satisfacción, es que las librerías «vuelven a ocupar de nuevo el lugar que merecen tener en la sociedad».
«Aunque compita con la electrónica, el papel siempre estará ahí», sostiene Arenas
Manuel Arenas, el propietario de la emblemática librería coruñesa que lleva su apellido —librería muy frecuentada, por cierto, por Cunqueiro, al igual que la compostelana Follas Novas—, es un verdadero enamorado de su profesión, de la que siempre habla con el orgullo de quien vive por y para los libros. «Aunque compita por la electrónica por espacio que antes solo era suyo, el papel siempre estará ahí», dice Arenas. Su familia, como él comenta con orgullo, está a punto de cumplir 75 años de trayectoria en el sector. «Y la tercera generación ya se está incorporando con fuerza», subraya.Sostiene que «de lo que es una ciudad, dicen mucho sus librerías y, por su puesto, sus bibliotecas».