El número de parroquias de la diócesis cuadriplica al de sacerdotes
17 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol acaba de nombrar a cinco nuevos párrocos —todos ellos sacerdotes ya en activo— en el arciprestazgo de Ferrol, luego de jubilar a tres. Poca mejoría supone para un ratio de parroquias por sacerdote que va en aumento en los últimos años: a día de hoy, la diócesis tiene 422 parroquias atendidas por solo 117 sacerdotes. Y los seminaristas que se preparan para ordenarse no parece que garanticen tiempos mejores en el corto plazo, ya que solo son cuatro.
A casi cuatro parroquias por sacerdote, la vida y el trabajo de estos religiosos se ven necesariamente determinados por esta situación. Que se lo digan si no a José Rey Kochinke, que lleva seis parroquias en la zona de Ferrol, ocupándose, entre otros, del santuario de la Virgen de Chamorro. Para él, la colaboración de toda la comunidad es esencial, y por eso ha establecido un consejo de seglares que cooperan en la tarea: «Os fieis implicados entenden que é unha forma de traballar conxuntamente, dende a espiritualidade».
Con esto está de acuerdo Ramón Antonio López, que incide en la importancia de «dar campo a los laicos y seglares» en unos tiempos en los que «escasea la vocación». López lleva cuatro parroquias en Neda, una localidad que tiene sus propias dificultades: una población envejecida y dispersa y dos parroquias rurales. De esto se lamenta también Luis Rodríguez Patiño, párroco de Monfero, quien afirma que «las aldeas son siempre las más afectadas». La atención a los fieles es diaria, no se limita a la Eucaristía, por lo que estos párrocos tienen que estar todo el día al pie del cañón. Para Luis Ledo, sacerdote de San Esteban de Sedes, el mayor problema está en que «a situación territorial desbórdanos totalmente».
Una de las fórmulas que se están aplicando para garantizar la atención en las parroquias es el plan de Unidades Pastorales, agrupaciones de parroquias que son atendidas por varios sacerdotes.
Desde la Diócesis indican que «debemos cambiar la mentalidad de que es el párroco quien debe desplazarse a cada iglesia para celebrar la Santa Misa». Es uno de los medios que buscan garantizar que los sacerdotes puedan atender a todos los fieles.
