Miren Jaurne: «Hay que reconquistar la palabra "gorda" para poder normalizarla»

FERROL CIUDAD

La influencer madrileña visitó Ferrol recientemente.
La influencer madrileña visitó Ferrol recientemente. CESAR TOIMIL

Con más de 260.000 suscriptores en YouTube, la influencer madrileña ha pasado unos días en Ferrol, donde tiene raíces y siempre se siente cómoda

28 jun 2022 . Actualizado a las 12:15 h.

Bajo el nombre de Mimi XXL, la creadora de contenido y activista en defensa de los cuerpos diversos Miren Jaurne (Madrid, 1983), ha ido consolidando una nutrida comunidad en redes sociales que supera los 260.000 suscriptores en el caso de YouTube, con la que comparte vivencias, recomendaciones de ropa de tallas grandes y, sobre todo, en la que el odio a lo distinto no tiene cabida. Además, es la autora del libro La Venus que rompió el espejo, en el que aborda su infancia y pubertad en el Madrid de los años 90.

Este mes de junio, la youtuber ha estado unos días de desconexión en Ferrol, ciudad en la que su madre pasó buena parte de la adolescencia porque, señala, su abuelo era de la Marina y «estuvo aquí destinado». Hace unos años, su familia compró, además, una vivienda en la urbe naval y Miren detalla que aprovecha siempre que puede para escaparse y disfrutar de unas jornadas de relax.

—Aunque suene tópico, ¿cómo empezó todo?

— Hace seis años inicié mi canal de YouTube y el movimiento del body positive despuntaba ya en el mundo anglosajón, aunque había un vacío en España. Ahí, a la par que yo creaba el contenido, esta corriente se iba extendiendo y eso se ha trasladado, por ejemplo, a empresas y marcas que jamás habríamos imaginado que apostarían por las tallas grandes y que empiezan a dar pasos. Queda, eso sí, muchísimo camino por recorrer porque estamos entrando en la fase de estáis ahí, pero nos falta llegar al me da igual. Es decir, hay personas altas, pelirrojas, etc. y nadie se queda mirando.

—¿Se animan los hombres con este tipo de canales?

—Seguimos siendo más mujeres, porque es una realidad que siempre hemos estado marcadas y machacadas, en mayor medida, por el aspecto físico. Por ejemplo, la presencia de hombres con sobrepeso en los medios de comunicación siempre ha estado mucho más normalizada e incluso en el instituto notabas que existía esa protección, por parte de los compañeros, mientras a nosotras se nos daba caña.

—¿Cuál es el momento en el que empieza a ser consciente de que lo está pasando mal por su apariencia?

—Es duro, porque desde pequeñita en mi casa me llamaban gordi y en tercero de Primaria, cuando me cambiaron de colegio, empecé a comprender que se empleaba esa palabra como un insulto y es un shock, te planteas muchas cosas y empiezas a preguntarte si hay algo malo en ti.

—¿En qué momento una palabra se convierte en hiriente y cuándo pecamos de políticamente correctos?

—Hay que reconquistar la palabra gorda para poder normalizarla, como tu amiga la que es rubia, por ejemplo, que le llamas así sin darle más vueltas. Hay muchas veces que se danza alrededor de un concepto y se cae en el absurdo. En función del contexto, te das perfecta cuenta de si alguien está siendo despectivo. He tenido conversaciones con amigas en las que estaban esquivando la palabra y era yo la que tenía que pronunciarla.

—¿Dónde lo ha pasado peor, en Madrid o en Galicia?

—En Ferrol y en Galicia nunca he sentido esas diferencias. Jamás he tenido vergüenza a la hora de ponerme un bikini. Choca el llegar a Madrid y tener más problemas, porque existe el estereotipo de que en lugares más pequeños la gente es más cerrada y resulta que es todo lo contrario, luego lo que sucede es que tienen 100.000 veces más empatía.

—¿Algún consejo a personas que puedan estar sufriendo por el peso?

—Llega un momento en el que entiendes que nadie va a vivir por ti, que no estás haciendo daño a nadie. Los momentos no se recuperan. Me voy de Ferrol habiendo disfrutado de la playa y de vestirme como me ha dado la gana, pero otras veces no ha podido ser así y eso te pesa a ti y a nadie más.

«El comercio electrónico ha transformado el sector de la moda de tallas grandes»

Miren centra buena parte de su actividad en el apartado de moda. La influencer reconoce que ha notado evolución en los últimos años en materia de aumento de la oferta en tallas grandes. No obstante, admite que recibe a diario mensajes de seguidoras que siguen encontrando dificultades a la hora de vestir. «Al vivir en una ciudad grande siempre tienes más opciones, tanto a nivel comercio electrónico como presencial», reflexiona la creadora de contenido. «Recibo comentarios de personas que me indican que las propuestas que menciono en el canal no están disponibles en sus lugares de procedencia». Una de las ventajas, defiende, es la expansión que está viviendo la venta on-line, incluso a nivel de pequeño comercio, que ha motivado la «transformación del mercado de las tallas grandes». El problema es que hay todavía mujeres que terminan «envueltas en el problema de siempre». «La falta de alternativas motiva que acabemos vestidas con ropa de señora, poco acorde a nuestra edad y personalidad», expone.

Otra de las cuestiones que detecta la madrileña es que hay gente que sostiene que «con nuestra actividad estamos promoviendo el sobrepeso. Esto no es así. Siempre ha habido personas de más tallaje que otras y de lo que se trata es de podamos sentirnos cómodos con lo que llevamos puesto». La mejor prueba es la sensación que tuvo recientemente en la playa, durante su visita a Galicia, y es que «si te fijas bien, modelos de pasarela solo hay un 1 % y el resto somos los normales». Atrás queda la sensación que experimentó durante un viaje de su adolescencia en el que los complejos le impidieron desprenderse de la sudadera en un día de calor, y es que La Venus de las redes sociales ha logrado empoderarse y mirarse, al fin, serena en el espejo.