El gobierno no logra respaldo para cambiar la celebración del patrono por el martes de Carnaval, pero el PSOE le abre la puerta a una nueva tentativa consensuada
28 sep 2018 . Actualizado a las 11:43 h.La declaración de San Xiao, patrono de la ciudad, como festivo local en 2019 sigue en el aire. El gobierno no logró sacar adelante su propuesta de sustituir esa fecha por la del martes del Carnaval y tendrá que intentarlo de nuevo cuando la Xunta solicite oficialmente los festivos locales. Y es que las críticas al equipo de Jorge Suárez le llovieron de todos los lados, en una propuesta que el edil de Cultura, Suso Basterrechea, comenzó presentando como «un debate non necesario, porque a Xunta aínda non pediu os festivos locais».
Todos los grupos, incluso el BNG que fue el único que voto con el gobierno, le recriminaron que no se hubiese echado mano de la participación ciudadana en una cuestión en la que ciudadanos, comerciantes y hosteleros, además de los partidos políticos, tienen mucho que decir, porque se trata de una tradición de más de 200 años. La propuesta del equipo de Suárez consistía en la declaración del martes de Carnaval -5 de marzo- y el día de Chamorro -22 de abril- como festivos locales en 2018. Ya lo fueron el año pasado y el anterior, porque San Xiao coincidía en fin de semana y volverán a serlo si no se aprueba un nuevo calendario.
Basterrechea justificó que el próximo año, que coincide en lunes, tampoco sea festivo en que, al ser el primer día de las rebajas, los comercios y las grandes áreas abrirán sus puertas «e eu póñome do lado dos traballadores, para que non perdan un festivo». El aluvión de críticas que recibió no respondían a este argumento, sino a lo expresado por él mismo en la comisión informativa, en la que había manifestado que era una decisión política, y a otras declaraciones anteriores. Así, la concejala no adscrita Esther Leira, que se abstuvo en la votación, le recordó que en agosto del 2015, con motivo de la aprobación de los festivos locales, había manifestado que la celebración de San Xiao «foi froito de acordos que van máis aló do goberno municipal» y que más tarde había apuntado que «posiblemente necesitase un repaso, que veremos cós distintos estamentos e asociacións» o incluso que «haberá que abordar o tema dos festivos de maneira profunda». Según Leira, también resulta ilógico que hubiese apelado al laicismo, mientras se sigue subvencionando la Semana Santa y favoreciendo la creación de un museo de las Cofradías en una propiedad municipal El portavoz del BNG, Iván Rivas, también esgrimió este último argumento, así como que se siga eximiendo a la Iglesia de impuestos por las propiedades no dedicadas al culto. No obstante, los dos ediles nacionalistas votaron a favor de la propuesta del gobierno, mientras que la concejala de Ciudadanos, Ana Rodríguez Masafret, lo hizo en contra, insistiendo en que no se puede privar a los ferrolanos de celebrar a su patrono.
El PP también rechazó rotundamente la supresión de San Xiao como festivo y la edila Carmen García Fraga argumentó esa postura en que no se ha consultado con nadie, acusó al gobierno de «sectarismo» e «imposición» y concluyó diciendo: «defendemos as nosas tradicións».
La portavoz socialista, Beatriz Sestayo, también recriminó la falta de diálogo y apuntó que hay otras fechas que podrían ser festivas, como el 8 y el 10 de marzo, y, tras anunciar la abstención de su grupo, le lanzó un guante al equipo de Suárez, en la línea buscar un consenso. Por lo tanto, el asunto tendrá que volver a pasar por el pleno, cuando la Xunta solicite oficialmente los festivos.
