Ferrol perruno

Andrés Vellón Graña
Andrés Vellón LA GÁRGOLA

FERROL CIUDAD

24 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En este Ferroliño nunca se sabe dónde va a saltar la liebre. O, en este caso, el perro. El gobierno local ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que los propietarios de esas mascotas puedan dejarlas sueltas -sí, sueltas- en espacios públicos durante determinadas franjas horarias. De paso, la edila del área le manda un recado a la Policía Local y señala que han de ser los agentes los que controlen que se cumpla la ordenanza de animales. ¿Se deduce de ello que los municipales vigilarán cuando los canes anden a salto de mata para que no haya un mal mordisco? A saber. Pero tiene toda la pinta...

En fin. Un Ferrol perruno es el que nos encontramos cuando la EPA nos dice que en tres meses han desaparecido 1.500 puestos de trabajo fijos. Un Ferrol perruno nos lo topamos con una Cámara de Comercio extinta y un recinto ferial que fue referencia en Galicia y ahora agoniza. Un Ferrol perruno es ese en el que, en el muelle, las casas se caen a pedazos sin que nadie haga realmente nada para frenar ese deterioro, con todo lo que tiene de especulativo.

Un Ferrol perruno es este en el que no se vislumbran políticas claras para permitir una diversificación económica y laboral. Una diversificación cacareada por todas partes -y por todas las siglas- y que no ha llegado a materializarse. Ni a materializarse ni a nada que se le parezca. Y otras muchas cuestiones que no caben aquí.

Ese es el Ferrol perruno que ha de preocupar. Y mucho. Porque la recuperación, oiga, no llega. Lo demás... Bueno. Ya se dice que perro ladrador poco mordedor.