Un mercado eumés para el siglo XXI

FERROL CIUDAD

Imagen del mercado en la fachada que da al casco antiguo desde la calle Couceiro Freire
Imagen del mercado en la fachada que da al casco antiguo desde la calle Couceiro Freire Carbajo y Barrios

La plaza aspira a convertirse en motor de dinamización del casco antiguo

20 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras más de un año cerrada a cal y canto, la plaza de abastos de Pontedeume se prepara para someterse a una minuciosa operación de cirugía estética que no solo le permitirá lucir un aspecto renovado, sino también estrenar un nuevo concepto de mercado. Con una inyección económica de 1,6 millones de euros, el encargado de dirigir la batuta de la operación será el Concello de Pontedeume, que cuenta ya con el proyecto básico de rehabilitación realizado por el estudio de arquitectura compostelano Carbajo y Barrios.

«El objetivo es que el mercado vaya más allá de su uso tradicional; es decir, que además de reivindicar su papel como puesto de venta de productos locales, también pueda funcionar como un espacio destinado a la restauración o al ocio y se convierta en un auténtico polo de atracción turística», resume Manuel Carbajo, coautor del proyecto junto a Celso Barrios.

Teniendo en cuenta ese nuevo concepto de mercado -que sigue la estela de otros como el de Santiago de Compostela o el de San Miguel de Madrid- el proyecto contempla dos grandes actuaciones. Por un lado, la rehabilitación del edificio original diseñado por Antonio Tenreiro en el año 1941 y ejecutado en 1954 . Y, por otra parte, la demolición de los añadidos «poco respetuosos» que se levantaron en la parte trasera en los años 70, en cuyo lugar se construirá un nuevo edificio acristalado que tendrá una cubierta sobre la que se creará una plaza abierta a la calle San Miguel, para lo cual será necesario tirar abajo el inmueble de la Cámara Agraria, situado justo detrás del mercado, pero a un nivel superior. «Esta nueva plaza funcionará como una especie de atalaya desde la que se podrá ver el torreón de los Andrade, la plaza del Conde y la ría eumesa», explica Carbajo.

Las dos construcciones del mercado estarán unidas por corredores laterales y entre ellas habrá un patio interior en el que está previsto que se puedan desarrollar eventos gastronómicos, mercadillos o incluso actividades culturales. En total, la plaza dispondrá de 16 puestos (ocho en el edificio antiguo y otros ocho en el nuevo), pero también contará con una cafetería dotada de cocina, una oficina de atención al público y dependencias para vestuarios, obradores, cámaras frigoríficas y cuartos de basura.

«La meta pasa por rentabilizar la marca mercado de Pontedeume, poniendo en valor una plaza muy atractiva tanto por su estética, entre regionalista y racionalista, como por su ubicación. No todos los pueblos gozan de un mercado histórico como este y eso hay que aprovecharlo para convertirlo en un motor de dinamización», reivindica Carbajo. «De lo que se trata -añade- es de realizar una actuación respetuosa con la tradición, pero dándole un impulso hacia una época nueva».