«Navegantes», una película sobre el edificio de Cedeira que sueña con surcar el mar

b. antón FERROL / LA VOZ

CEDEIRA

En la película participan 53 escolares que colaboran con la biblioteca Carlos Labraña
En la película participan 53 escolares que colaboran con la biblioteca Carlos Labraña alicia freire

La directora Alicia Freire firma una pieza audiovisual en la que participaron 53 alumnos del colegio Nicolás del Río

30 may 2023 . Actualizado a las 17:10 h.

La realizadora y guionista Alicia Freire es una cedeiresa de pro, de esas que hacen patria allá donde van, pero, como la mayoría de sus paisanos, desconocía que el edificio conocido como O Areal, actualmente integrado en el colegio Nicolás del Río, está inspirado en la proa de un barco. Lo descubrió hace años en una charla con el arquitecto que lo diseñó, el ya fallecido profesor Martín Guitián Bescansa, quien dibujó los planos de aquel edificio imaginándolo como si fuese un barco adentrándose en el mar, aunque finalmente, por las condiciones del solar, tuvo que construirse en el otro sentido, hacia el interior del pueblo, desde donde no hay perspectiva para percibirlo como tal.

En torno a esta curiosa historia gira «Navegantes», la nueva película que firma Alicia Freire y que este viernes (a las 20.00 horas) se estrenará en el Auditorio de Cedeira. La directora cuenta que todo surgió a raíz de una charla que impartió en el colegio Nicolás del Río con motivo del Día de la Mujer. «La profesora Dulce Carro me preguntó si podía darles un taller de cine a los niños, pero, como ya no me daba tiempo a organizarlo, le propuse rodar un corto en el que ellos fuesen protagonistas», rememora Alicia Freire.

A la derecha, Alicia Freire, con algunos de los alumnos participantes
A la derecha, Alicia Freire, con algunos de los alumnos participantes

Los elegidos fueron los estudiantes que colaboran como voluntarios en la Biblioteca Carlos Labraña del colegio (se apuntaron un total de 53 niños) y también se prestaron a formar parte del reparto dos marineros curtidos de la villa marinera, Pancholo y Manolo López. «A pesar de que fue un rodaje de locos y a contrarreloj, juntos consiguieron hacer magia», dice con admiración hacia su equipo la realizadora. Aunque ella asumió en solitario casi toda la tarea (desde el trabajo de cámara a la iluminación, pasando por el sonido, el guion, la edición y la posproducción), Freire contó con la ayuda de un buen puñado de colaboradores. No se olvida de mentar a la maestra Dulce Carro, a la profesora de música Zeltia Pardo, a vecinos como Luis García, a su ayudante Juan Ares... Y por supuesto, a esos 53 niños del Nicolás del Río que lo llenaron todo de «vitalidad e ilusión» y fueron un «chute de energía impagable».

alicia freire

«Como aparte de escribir y filmar, mi mayor vocación es compartir y enseñar todo lo que yo he podido aprender, intenté aprovechar este trabajo para enseñarles pequeñas cosas del oficio: desde dejar que manejasen algún aparato hasta crear algún plano con ellos», explica Freire. El resultado de toda esa «magia» se podrá ver este viernes en la pantalla del Auditorio.