Cristina Iglesias: «La satisfacción de ayudar es impagable»

ANA F. CUBA CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

CEDIDA

Lleva casi un año al frente de la Asociación Socioculutural de Discapacitados Sobre Rodas, con 704 socios. El objetivo es atender las necesidades de niños y adultos, y las de sus cuidadores

21 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La recompensa «es impresionante» cuando, tras semanas o meses de gestiones, «consigues algo, como material ortopédico para un socio». «La satisfacción personal de ayudar es impagable», reconoce Cristina Iglesias Pérez (Cedeira, 40 años), presidenta de la Asociación Sociocultural de Discapacitados Sobre Rodas desde hace casi un año. «Antes estaba de secretaria, como decía mi madre [la anterior responsable del colectivo, Malena Pérez], yo era la cabeza pensante y ella el foco visible», comenta. Ahora le corresponde a ella el primer plano. Retirada por una incapacidad, conoce de cerca el problema. «Lo he vivido de generación en generación y eso te da otra perspectiva -confiesa-, a mí e incluso a mi hija, tiene 19 años y estudia atención a personas con dependencia».

El colectivo cuenta con 704 socios, de Cedeira y alguno de Valdoviño. «Al tener servicio de transporte adaptado, exclusivo para socios, se fue ampliando. Los usuarios suelen colaborar en los gastos de combustible, si no sería inviable», explica. La entidad se financia con las cuotas anuales, de 20 euros, los donativos de empresas privadas, el copago de algunas actividades y la aportación del Concello de Cedeira. Dependiendo del año, reciben subvenciones de la Diputación (para talleres) o de la Xunta (de carácter individual, para gastos de rehabilitación, tramitadas a través de la asociación).

Actividades para todos

«Englobamos a todo tipo de discapacitados», recalca la presidenta. En nómina tienen una auxiliar administrativa (en la oficina del Palacete Municipal) y una diplomada en Magisterio, que imparte las clases de refuerzo (a escolares remitidos directamente desde el colegio). El resto son voluntarios o autónomos. Sobre Rodas ofrece servicios de logopedia, psicología y quiromasaje; clases de zumba adaptado, baile para mejorar la movilidad infantil, time training (ejercicios específicos para fortalecer la musculatura) o gimnasia terapéutica. Hace poco que introdujeron sesiones de yoga y relajación, con muy buena respuesta.

«El material ortopédico facilita la vida de la persona con discapacidad y de los cuidadores»

 El préstamo de material ortopédico es uno de los servicios «más importantes», en el que invierten buena parte de sus recursos. «Se cede al socio que lo necesita por el tiempo que lo necesite, gratuitamente. Es una prioridad para facilitarle la vida tanto a la persona con discapacidad como a sus cuidadores», remarca. Las 16 camas de hospital disponibles están en uso, igual que las grúas, las sillas de váter y de ducha, las sillas de rueda, las muletas y casi todos los andadores. «Hay mucha demanda», apunta.

Local en la avenida de España

La ampliación de la escuela infantil les obligó a mudarse y las actividades, interrumpidas ahora por la crisis sanitaria, se desarrollan en un bajo de la avenida de España. La responsable del colectivo agradece el apoyo de los propietarios: «Desde el primer momento nos dijeron que, mientras no lo tengamos todo listo, no nos cobran el alquiler». En cuanto insonoricen una de las aulas (y se normalice la situación general) podrán retomar también las sesiones de bicicleta indoor.

 Transporte adaptado

Antonio Carro (Régoa-Cedeira, 79 años) es uno de los cinco voluntarios del servicio de transporte adaptado de Sobre Rodas, con un vehículo financiado por la Obra Social la Caixa (12.000 euros) y el Concello (4.700, para la plataforma elevadora). «Levo dez anos, souben disto de casualidade», cuenta. Destaca la buena relación entre ellos: «Facemos quendas de seis días seguidos, e se un día a un non lle convén vai outro, son moi bos compañeiros». Recogen a los usuarios (cuatro plazas y una silla de ruedas) en su casa, los llevan a la consulta o a rehabilitación, esperan y los devuelven al domicilio.

«Temos un servizo de 24 horas ao día, 365 días ao ano», subraya este camionero jubilado. La mayoría de los viajes son a Ferrol o A Coruña, pero también hay desplazamientos a Santiago o Lugo. «Hai veces que temos unha viaxe pola mañá e outra pola tarde, e se fai falla acompañamos á persoa no hospital. E como temos unha autovía estupenda a Ferrol, sobre todo nas curvas de Landeira -ironiza-, sempre tes que saír cunha marxe de tempo».

Durante una temporada eran solo dos conductores. Antonio llegó a quedarse solo y tuvo que trasladar a un socio durante 29 días seguidos a un hospital coruñés. «Saiamos ás seis da mañá», recuerda, contento de poder ayudar a vecinos que lo necesitan.