Los concellos que invierten el censo

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FERROL / LA VOZ

CABANAS

Valdoviño, Ares, Cabanas y Mugardos son los únicos que suman vecinos en el padrón

07 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los datos oficiales de población, publicados en la primera semana del año por el Instituto Nacional de Estadística (INE), han dejado un regalo en solo cuatro de los veinte concellos que forman las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal. Los que han ido en dirección contraria a la tendencia de la zona han sido Valdoviño, Ares, Cabanas y Mugardos, donde la cifra a 1 de enero del 2018 es más alta que la del 2017.

La mayor alegría se la ha llevado Valdoviño, que estaba perdiendo habitantes desde el 2010 y ahora ha sumado 19, pasando de 6.594 a 6.613. Es el segundo peor dato de los últimos veinte años, pero al tratarse de un pequeño aumento, se acoge de otra manera. Por su parte, Ares también ha añadido un pellizco de vecinos en esta revisión del padrón municipal. Un total de 13, al pasar de 5.658 a 5.671. En su caso, desde el importante estirón que pegó la década pasada, la cifra se ha ido manteniendo entre la de ahora y los 5.839 que fueron el pico en el 2012.

A estos dos concellos turísticos se suma uno de características semejantes, Cabanas, que ha continuado la progresión de los últimos años con cuatro habitantes más, de 3.314 a 3.318. Es, según expresan los datos, el municipio que mejor está sabiendo conservar el censo. De hecho, la cifra ha sido semejante desde 1998 hasta ahora. Y entre los números que se han portado bien están asimismo los de Mugardos, que pasa de 5.303 a 5.307. Allí, donde quedan lejos los 6.000 vecinos de principios de siglo, es la primera buena noticia desde el 2013.

Pero, más allá de estos cuatro casos, la situación en el resto de la zona es oscura. Sobre todo, en Ferrol, donde el INE ha confirmado el bajón -adelantado por La Voz- de 67.569 a 66.799 habitantes, es decir, 770 menos. Algo parecido en Narón, que se sigue alejando del objetivo de los 40.000 y desciende hasta los 39.115, 165 menos entre el 2017 y el 2018. Mientras, en el tercer concello con más volumen, el de Fene, la caída es de 97 vecinos, y en el siguiente, As Pontes, de 87.

Los casos de mayor sangría, no obstante, se encuentran en el Ortegal, como suele ocurrir siempre. En esta comarca, Ortigueira pierde 162 habitantes, al pasar de 5.966 a 5.804. La caída también es importante en Cariño (59 menos), Cerdido (44) y Mañón (28).

Los otros ayuntamientos que también pierden son Pontedeume (93), Cedeira (92), Neda (53), San Sadurniño (49), A Capela (36), As Somozas (25), Monfero (23) y Moeche (4).

En la mayoría de los casos, tal y como se traduce uniendo estos datos a otros de demografía, el envejecimiento es una de las principales causas del descenso que, según las proyecciones del IGE, podría restar 20.000 habitantes a la zona de aquí al 2033.

Javier Iguacel

La conciliación familiar y el turismo, dos de las claves del aumento

Dos ayuntamientos con características similares que, además, hablan de las mismas claves sobre el motivo de haber sumado habitantes entre el 2017 y el 2018. Valdoviño, ubicado en la costa del océano Atlántico, se ha apoyado en los empleos que ha generado el turismo, pero sin dejar de lado la conciliación familiar. Precisamente este último punto es en el que más hincapié han hecho en Cabanas, con planes exitosos para pequeños y mayores.

Así lo analizan los alcaldes de ambos municipios, Alberto González y Germán Castrillón, que hablan sobre este tema el día de Reyes como un importante regalo -o más bien, resultado- para su gestión. «Valdoviño se ha ido convirtiendo en los últimos años en un buen lugar para vivir. Y es lo que están confirmando los datos: que no se está escapando nadie», valora González, alcalde desde mayo del 2015. Cita, lo primero, la existencia de una guardería desde hace casi dos años, tiempo en el que se ha convertido en una referencia. Asimismo, habla de la buena labor de los colegios rurales agrupados (CRA) de Meirás, Lago y Vilarrube, y del «magnífico» CPI Atios. «Todos tienen mucha demanda», asegura, y también menciona los espacios de ocio del municipio.

En cuanto al trabajo, el regidor comenta que Valdoviño ha encontrado nichos de empleo alrededor del surf y otras actividades turísticas y deportivas. Además, cree que ayuda la «poca distancia» que hay respecto a la AG-64 o la AP-9. «Existe una nueva percepción de Valdoviño», asegura.

Por su parte, el alcalde de Cabanas enumera cuatro claves. Las dos primeras tienen que ver con los servicios municipales orientados a las familias y a la conciliación: por un lado, el Punto de Atención á Infancia de As Viñas, un referente, siempre con las veinte plazas cubiertas; por otro lado, el programa Mencer na Escola, que se desarrolla a primera hora en los centros.

La tercera clave de la que habla Castrillón es la seguridad existente en el municipio, un lugar «donde los vecinos viven tranquilos». Y, por último, apunta a la buena ubicación, «a un paso de la autopista y, por lo tanto, de A Coruña y Santiago». «En definitiva, es un buen sitio para las familias, también las jóvenes, donde encuentran estabilidad. Todo eso es importante para que siga aumentado el número de habitantes», concluye el regidor.