La yincana en un barrio de Ferrol por las obras de la línea de alta tensión: «Esto es una liada»

FERROL

Las obras invaden más de la mitad de la calzada de la carretera de San Pedro, donde se ha instalado un semáforo provisional para regular el tráfico.
Las obras invaden más de la mitad de la calzada de la carretera de San Pedro, donde se ha instalado un semáforo provisional para regular el tráfico. JOSE PARDO

Quejas vecinales en San Xoán por los problemas para acceder a la zona con varias calles tomadas por las vallas y los cortes de tráfico

25 oct 2023 . Actualizado a las 16:27 h.

Atravesar el barrio de San Xoán se ha convertido en una yincana. Se mire donde se mire hay vallas, maquinaria de obra y zanjas. Y junto a ellas, un día a día cuesta arriba para los residentes y habituales de una zona de paso con importante flujo de tráfico. La intervención millonaria para soterrar la línea aérea de alta tensión que discurre entre Santa Mariña y A Solaina atraviesa en canal el barrio. Y transitar por la carretera de San Pedro se ha convertido en sinónimo de retrasos, desvíos y continuas esperas en semáforos de obra. Los trabajos tienen tomada más de la mitad de la calzada. Se extienden también por una margen de Campo de Chao, la vía que lleva hasta el colegio de San Xoán de Filgueira; y desmontan también parte de las calles Espiño y Basanta, que fue necesario cerrar al tráfico.

«Los vecinos estamos cabreadísimos. Nos enteramos de la obra por los que están trabajando», traslada su malestar el presidente de la asociación de San Xoán-O Bertón, Andrés Medín. «Información ninguna», denuncia. «Están cortando las calles, y no sabes ni por dónde pasar. Hoy pasas y dentro de un rato ya no», añade criticando los continuos cambios: «No sabes si puedes quitar el coche o no, ni por dónde entrar ni por dónde salir... Y los buses lo tienen crudo para llegar al colegio, pasan con mucha dificultad», relata indignado Medín. Los vecinos reclaman más planificación, que se siga «un orden: cortar hoy un trozo, mañana otro... pero así no es».

Además, a todo ello suma que se vuelvan a abrir calles recientemente reformadas, como Basanta. «No tiene sentido», expresa, apuntando además que después de abrir la calzada se tapa «y lo que estaba asfaltado lo dejan en cemento, y no sabemos si lo van a asfaltar de nuevo o lo dejan ya así». La obra también cruzará la carretera de San Pedro, la DP-3604, donde la Diputación ejecutó en los últimos años un proyecto para dotarla de aceras, y ahora resultará afectada en un tramo.

La obra la acomete UFD, la distribuidora eléctrica de Naturgy, con un amplio despliegue desde hace semanas sobre el terreno y unos trabajos que han motivado distintas quejas, según fuentes consultadas: desde las dificultades de paso hacia viviendas hasta el depósito de tierra en la finca de un vecino, que motivó la intervención municipal. Las copiosas lluvias de las últimas fechas embarran el terreno. Y las excavadoras dejan a su paso la calzada llena de lodo.

Medín critica que desde el Ayuntamiento no se ofrezca información y avanza que solicitará una reunión para tratar la situación. El concejal de Obras e Servizos, José Tomé, asegura ser consciente de las molestias de esta obra de la compañía eléctrica. «Vamos a pedir que se agilicen las tareas para que causen a los vecinos los menores problemas posibles», aseguró, aclarando que la cobertura de zonas con cemento es provisional, y que posteriormente se aglomerarán.

Retirada del tendido aéreo a principios de año

Naturgy traslada que UFD se encuentra trabajando en la práctica totalidad de la nueva línea subterránea. Y la previsión pasa por retirar la línea aérea a principios del 2024, «agilizando los trabajos lo máximo posible para limitar las molestias a los vecinos». Otras fuentes apuntan a que las tareas de canalización deben estar concluidas el 31 de diciembre, frente al escepticismo vecinal. La distribuidora eléctrica invertirá 3,6 millones de euros en el soterramiento de la doble línea de alta tensión, desmontando nueve torres y un tramo de cableado de 1.600 metros y construyendo una nueva línea subterránea de 2.600.

María Jesús Moar, propietaria de la Farmacia San Pedro, situada en la zona de obras.
María Jesús Moar, propietaria de la Farmacia San Pedro, situada en la zona de obras. JOSE PARDO

María Jesús Moar Lorenzo, titular de la Farmacia San Pedro

«La gente de paso ya no para, esto es horrible»

En el epicentro de las obras, en el cruce de la carretera de San Pedro con Campo de Chao, continúa su día a día la farmacia. Sufre los daños colaterales de otra obra con los de la anterior aún frescos. «Hasta hace un año y pico llevábamos otros dos con obras para hacer las aceras. Esto es la eterna obra», se lamenta María Jesús Moar Lorenzo, titular de la farmacia San Pedro. «Por lo que dice la gente, tendrían que acabar en diciembre, porque tienen plazo. Y a ver si es verdad, porque esto es horrible», declara. «La gente que paraba de paso sigue y ya no para, porque no tenemos aparcamiento, entre lo que ocupamos los vecinos y ellos», dice en referencia al personal de obra y su maquinaria. Y con ello «las ventas se van a la porra». Los clientes también se quejan. Primero, porque «no tienen dónde aparcar». Y también porque «es un poco rollo. Aquí arriba hay un colegio, y es un cruce: suben unos, vienen otros... es una liada».

Lo sabe bien la comunidad escolar del CEIP San Xoán de Filgueira, que aparte de la gran obra eléctrica suma también otra más pequeña justo frente a la puerta del colegio. Ahí se producen a menudo embotellamientos entre los buses y coches que acuden, con dificultades para el acceso. Y los retrasos son habituales entre los vehículos de las familias. «Ao mellor ás nove menos cuarto cando abrimos si poden acceder dende a farmacia, pero dez minutos máis tarde, aos que están chegando xa os desvían por outras zonas», explica la directora, Sandra Sieiro. «Os retrasos que estamos tendo son polo tempo que tardan nos semáforos, polos embotellamentos ou porque hai cambios de ruta: pechan trozos de rúa, chegan á farmacia para subir e teñen que ir ata o Decathlon, dando toda a volta para acceder ao centro». «Hai uns días», rememora, «prodúxose un problema na rotonda». Y la calle «xa non é moi ancha, e se se cruzan coches e buses en distinto sentido non hai forma de pasar».