El músico fenés Miguel Lamas retorna a sus orígenes

FERROL

CEDIDA

Por los caminos de la creatividad

09 abr 2021 . Actualizado a las 19:46 h.

A pesar de su juventud el músico fenés Miguel Lamas es uno de los grandes instrumentistas que con su batería y percusiones ha acompañado a los más grandes artistas del panorama nacional e internacional. Con dos discos propios en el mercado, My Expression Way y Melted Lives, nos descubrió su faceta como compositor de temas funk y jazz acompañado de brillantes colaboradores. Este domingo Miguel vuelve, en cierto modo, a sus orígenes en el folk en el que se introdujo con los también feneses Bellón & Maceiras con los que también tocó y grabo discos. Ahora presenta el primer tema incluido en su nuevo disco, Ardora, que saldrá a la luz en la segunda quincena de este mes. El anticipo que estrena mañana en todas las plataformas digitales se titula Limiñoa y es un tema en el que cuenta con la colaboración vocal de Xabier Díaz, otro fenés, que destaca en el panorama musical. Es la mejor representación del «Fene Power», apunta Miguel, que además en breve será uno de los músicos de la banda de directo que acompaña a Emilio Aragón en su reaparición televisiva en el programa B.S.O, un nuevo formato de ocho episodios que combinará entrevistas, música en directo, humor y cine, que emitirá Movistar +. Pero volviendo al proyecto Ardora, que es como se denominará el disco que avanza Miguel este domingo, contiene temas compuestos y arreglados a partir de un intenso trabajo de campo recogiendo musicas tradicionales a lo largo de varios años perdiéndose por la geografía gallega. Miguel ha pasado por lugares como Limiñoa, título del primer tema, A Pontraga, Toutón, Vilariño de Conxo... Este joven músico reivindica los ritmos y melodías más populares fusionados con su estilo propio más cercano al funk y al jazz. El resultado es como siempre brillante. Mañana también se estrena el videoclip que acompaña la presentación de Limiñoa, el anticipo de Ardora.

MARCOS LOPEZ ALONSO

Bajando a toda marcha

Algunos tramos en pendiente de carreteras poco transitadas de nuestra comarca se han convertido en el lugar ideal para que los aficionados al descenso en monopatín puedan poner a prueba sus habilidades lanzándose a toda velocidad aprovechando los trazados de los viales. Guillermo Rodríguez de Jesús y Guillermo García practican esta modalidad deportiva, poco vista en la zona, pero de la que existen competiciones en Cataluña, e incluso a nivel europeo. Guillermo Rodríguez de Jesús, es de Pontevedra, estudia ingeniería informática en A Coruña y además es aficionado a la vela. Su amigo Guillermo García es de Ferrol y él le descubrió algunas de las zonas en las que se reúnen, aquí en la comarca, para dar rienda suelta a su afición compartida por el descenso en monopatín. El grupo lo componen cinco jóvenes que quedan en diversos puntos de Galicia, como Esmelle esta semana, para practicar esta especialidad deportiva. Unos hacen descenso y los otros, a través de walkies, controlan que la carretera no tenga tráfico para hacer un descenso seguro. Guillermo nos cuenta que hay otras zonas además de Esmelle en donde acuden en ocasiones y nos habla de la zona próxima a la cetárea de San Felipe o la zona de Brión. En los descensos, en ocasiones, alcanzan hasta 90 km/h y afirma que de momento no se ha roto ningún hueso, aunque sí en su cuerpo hay cicatrices. Y eso que van provistos de un equipo de protección completo. Ellos dicen que hay mucha gente con afición al descenso en monopatín, pero aquí en la comarca son los primeros a los que vemos a toda velocidad.

El Odeón solidario

El Centro Comercial Odeón, a través de su gerente, Cristina Imaz, hizo entrega esta semana de los alimentos recogidos hasta el pasado lunes, en la campaña desarrollada a favor del Banco de Alimentos Rías Altas (Balrial). El responsable de Balrial, Manuel González y el administrador del almacén, José María de Miguel, recibieron la donación. En total, con la ayuda de los clientes y la propia gerencia de Odeón, fueron recogidos 222 kilos de alimentos. Y es que por cada kilo de solidaridad de los clientes, Odeón donó otro. Entre los alimentos recogidos se encuentran conservas de pescado y vegetales, azúcar, arroz y pasta, cereales, galletas y café, comida para bebés y aceite.