Los sanitarios que aún no tienen vacuna en Ferrol: «Hacemos test de covid, pero todavía no nos han llamado para la primera dosis»

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

Equipo de la clínica odontológica Patricia Aneiros con los EPIS que usan en las consultas
Equipo de la clínica odontológica Patricia Aneiros con los EPIS que usan en las consultas CESAR TOIMIL

La oftalmóloga Ana González asegura que existe un agravio comparativo con su especialidad, una de las que corre más riesgos

05 mar 2021 . Actualizado a las 12:56 h.

Casi dos millares de sanitarios están protegidos contra el covid en el área sanitaria, pero otros muchos siguen esperando una inoculación para poder trabajar más tranquilos. Es el caso del equipo de Quirón Prevención, que en Ferrol tienen dos sedes, en San Xoán y en Esteiro: «Es curioso, hacemos los test de covid, pero todavía no nos han llamado para la primera vacuna covid y eso que estamos en el nivel 2 de la escala que manejan», cuenta una de las profesionales que llevan días volcada con las gestiones para conseguir la ansiada cita para el pinchazo.

Desde esta firma explican que han enviado los listados al Sergas y han tratado completar todos los pasos a través de los colegios profesionales, pero la cita no llega. «Estamos intranquilos, porque en nuestras otras sedes de la provincia la cifra de inmunizados apenas llega al 5 %». Las áreas de sanidad privada a las que más les preocupan los contagios son las de oftalmología, odontología o fisioterapia, porque en su día a día están a centímetros de los pacientes. De hecho, buena parte de los consultorios de estas especialidades todavía no tienen una fecha de vacunación. Por su parte, desde el Sergas alegan que se les irá llamando.

Agravio hacia los oftalmólogos

Ana González, del Instituto Gallego de Oftalmología, señala que el primer médico que murió por el covid era un oftalmólogo: «Nosotros tenemos que estar mucho tiempo cerca de los ojos de los pacientes y manipulando fluidos sin una pantalla de protección ni siquiera, pero aún no estamos vacunados, es un agravio comparativo muy grande con respecto a otros trabajadores que solo ven unos minutos a un enfermo o están en una oficina», explica una especialista que recuerda que la mayor parte de sus pacientes son octogenarios y por eso le preocupan la protección en su clínica.

En la clínica odontológica de Patricia Aneiros tienen la primera dosis desde el 18 de febrero: «Las 14 que trabajamos aquí la tenemos, ahora a ver si llega la segunda, a ver si hay suficientes», cuenta Patricia. Aunque están parcialmente inmunizadas las medidas de seguridad siguen siendo idénticas a las de antes de la llegada del antídoto. De hecho, reconoce que algunas veces los pacientes les comentan que los EPIS que usan les dan miedo: «No es la primera vez que nos lo dicen, porque usamos los trajes de quirófano en las consultas y muchas otras medidas, nos cuidamos mucho», explica la responsable de un espacio sanitario donde tras cada paciente se esteriliza la estancia con una luz ultravioleta que se acciona desde el exterior de cada consulta de forma que el aire esté libre de virus cuando entra el siguiente paciente. «Somos un personal muy expuesto a los contagios, por eso extremamos las medidas», incide Aneiros para la que el miedo a acudir a una consulta casi se ha disipado: «Los pacientes vienen como antes y es importante para que no se descuide el cuidado de la boca».