Una plaga de moscas azota O Val

Antía Urgorri Serantes
ANTÍA URGORRI NARÓN / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

Una decena de vecinos con casas situadas en el entorno del campo de golf denuncian que no pueden cocinar o hacer deporte a causa de los insectos

24 sep 2020 . Actualizado a las 22:52 h.

Tareas tan cotidianas como hacer deporte o cocinar se tornan complicadas en una decena de casas de O Val, que desde hace más de una semana sufren una plaga de moscas. Estos vecinos, que residen en el entorno del campo de golf, llevan varios días conviviendo con un número muy elevado de estos insectos voladores, hasta el punto de que no pueden hacer vida normal.

La primera vez que detectaron la presencia masiva de moscas fue en julio, pero en ese momento «duró menos y no había tantas», explican los afectados. El problema volvió hace más de una semana, pero en esta ocasión con mucha más fuerza.

Los afectados se han puesto en contacto con la asociación de vecinos de O Val y el lunes hicieron lo mismo con el Concello y la Policía Local. Un agente se desplazó a la zona, y los afectados le entregaron todo tipo de documentación, como vídeos y fotografías. Sin embargo, desde el Concello les comunicaron que las plagas son competencia de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta, por lo que siguen sin encontrar solución al problema.

La bajada de las temperaturas de los últimos días ha ayudado a reducir el número de moscas que se acercan a estas viviendas de O Val, sin embargo, estas siguen presentes.

¿Qué puede motivar esta plaga de moscas? Los vecinos no encuentran la razón. «No hay ninguna granja de animales cerca, ni ninguna de las casas tenemos animales, no sabemos a qué se debe, y antes de este verano nunca nos había pasado», explican.

Estos naroneses piden a las administraciones que tomen cartas en el asunto, ya que están desesperados, y no quieren tener que usar a diario tal cantidad de insecticida y otras trampas.

«Si no echo insecticida, tengo 20 o 30 bichos en la cocina»

Carmen Pazos tiene que echar insecticida cada vez que llega a casa para poder preparar la comida: «Si no lo echo, me encuentro con 20 o 30 bichos en la cocina». Gasta un bote a diario para poder combatir la plaga: «No podemos seguir así, utilizando tal cantidad de insecticida sin poder ventilar mucho la casa, porque nos entran en el interior, y con el aspirador todo el rato, por la cantidad de insectos que se quedan en el suelo». También ha tenido que colgar cintas adhesivas del techo para acabar con los insectos. 

Carmen cuenta que muchos de los días pasados en los que las temperaturas fueron bastante altas, no se podían tumbar en la terraza por el acoso de las moscas, «y mi hija quiso el otro día hacer deporte en el garaje, y tampoco pudo».

Lo mismo le ocurrió esta semana a uno de los vecinos, que no podía cocinar de la cantidad de insectos voladores que se colaron en la cocina.