«No vivo obsesionada por los 'likes'»

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL

cedida

Aldara Sedes cuenta con más de 15.000 seguidores en la red social Instagram, donde muestra su «estilo de vida» y promociona firmas como Maybelline, Flormar o Daniel Wellington

18 may 2020 . Actualizado a las 14:18 h.

Aldara Sedes Martínez (Ferrol, 1994) responde al teléfono desde Sada, donde está pasando el confinamiento junto a su novio y su familia. «Ahora somos cinco en la casa, pero llegamos a ser seis, porque también estuvo con nosotros una amiga, así que no nos aburrimos», cuenta con buen humor esta influencer ferrolana que durante estas semanas de encierro ha visto multiplicar su número de seguidores en su cuenta de Instagram (@aldarasm). «Se ve que la gente ha tenido más tiempo de mirar el móvil, porque antes de que se decretase el estado de alarma tenía 13.000 y ahora ya son más de 15.000», comenta satisfecha.

Aldara tiene 25 años, trabaja como dependienta en la tienda de Zara del centro comercial coruñés Marineda City, y en su tiempo libre, como hobby, sube fotos a Instagram, donde muestra su «estilo de vida» y promociona firmas de lo más variopintas. En los cuatro años que lleva ejerciendo de influencer ha publicitado productos de empresas como Maybelline, Flormar, Renault, Brugal, Daniel Wellington o Giorgio Armani, y también muchos eventos, como el Pantín Classic. Insiste en que lo hace como una afición, porque le gusta, y para tener unos ingresos extra, aunque confiesa que en el futuro sí le gustaría dedicarse por completo a algo relacionado con la moda y el márketing. «¿Que cómo me veo dentro de diez años? Pues no sé, tal vez llevando las redes de alguna firma de moda o incluso sacando mi propia línea de ropa... ¿Quién sabe? Por soñar que no quede, pero lo que tengo claro es que en el futuro me gustaría dedicarme a algo relacionado con este mundo», dice convencida.

Aldara sabe ahora qué rumbo tomar, pero hace un año no lo tenía tan claro. Aunque siempre fue muy presumida y le encantaba ir de compras y zamparse toda revista de moda que cayese en sus manos, cuando tuvo que elegir estudios se decantó por la rama sanitaria. «Primero hice un ciclo de dietética en el IES Leixa, después estudié Enfermería en A Coruña y el curso pasado hice un máster en Enfermería Neonatal en Madrid», explica esta joven que también fue alumna de la Compañía de María y el Sofía Casanova. ¿Qué pasó entonces para que Aldara decidiese cambiar un posible futuro como enfermera por un puesto en Zara y su faceta de instagramer? «Simplemente me di cuenta de que es algo que no me llena, que no me apasiona», responde con sinceridad.

Lo que sí le entusiasma, en cambio, es la moda y sus publicaciones para Instagram, con fotos muy cuidadas en las que estudia cada detalle. «El fondo es muy importante, me gustan que sean lisos y con marcos en ángulo recto. También me encanta salir sonriendo, ahora que ya no llevo los brackets... Y sobre todo, me gusta salir bien, que es lo más difícil a veces», comenta entre risas, al tiempo que echa flores para Marta, Irene y Lucía, las tres amigas que se encargan de darle al clic. «No vivo obsesionada por los likes, aunque reconozco que me fastidia mucho que una foto que yo creo que ha quedado muy bien no tenga mucho alcance, y otras que en cambio son peores sí lo tengan», apunta para a renglón seguido echarle la culpa al último cambio en el algoritmo de Instagram.

Aldara transmite sensatez y madurez al hablar. Y también una modestia que echa por tierra muchos prejuicios. «Mis padres me enseñaron la importancia de la humildad y de tener siempre los pies en la tierra. También que las cosas se consiguen con trabajo y esfuerzo... Y a pelear por mis sueños», dice con orgullo de hija.

Llega la hora de la despedida, pero esta entrevista no podría terminar sin pedirle a Aldara algún consejo para al menos poder ir a la última este verano, ya que los estragos que el confinamiento dejó en la báscula tardarán más tiempo en arrreglarse. «Se van a volver a llevar un montón los vestidos midi y largos y también los tops de punto, aunque a mí lo que más me gustan son los trajes de chaqueta y pantalón, porque tienen una elegancia atemporal, y en verano, si hace mucho calor, se pueden poner con bermudas y quedan genial».