La espera se prolonga para los 170 militares de la Reina Sofía

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

La fragata, con base en Rota, sigue en el Arsenal por una avería

06 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 23 de enero era la fecha prevista para que la fragata Reina Sofía (F-84) pusiese rumbo a su base de Rota. Pero una avería que afectaba a la navegación impidió afrontar la travesía y el buque tuvo que permanecer en Ferrol, donde recaló, inicialmente, tras una parada en el puerto de El Musel, en Gijón, donde realizó unas jornadas de puertas abiertas junto al buque de aprovisionamiento en combate Cantabria (A-15), el fin de semana del 18 y 19 de enero.

A bordo de la veterana fragata -con 30 años de servicio- se encuentra una dotación de 170 militares. Su despliegue se ha visto dilatado ya 15 días más de lo esperado debido a la incidencia técnica grave, que afecta al paso de la hélice del buque. Según las fuentes consultadas en el seno de la Armada, actualmente, tanto la tripulación del buque como su Arsenal de apoyo y otro personal «continúan investigando la avería para determinar exactamente su alcance» y, a partir de ahí, decidir «las acciones necesarias para su reparación», esto es, si es factible emprender la navegación de regreso a la base gaditana y acometer allí los trabajos -donde ya estaba programada una obra en los astilleros de Navantia- o bien si es preciso llevar a acabo los arreglos pertinentes en las factorías locales de la compañía naval pública.

Mientras tanto, la fragata permanece amarrada en el muelle número 5 del Arsenal Militar ferrolano, junto a la batería de La Cortina. Su presencia en la cornisa atlántica y cantábrica se debió a su participación en las maniobras MAR-31, desarrolladas del 13 al 17 de enero en aguas próximas a la costa de la comarca.

La Reina Sofia es la cuarta de la serie F-80, la conocida como clase Santa María. Construida en los astilleros de la antigua Bazán, en Ferrol, fue botada el 19 de julio de 1989 y entregada a la Armada el 30 de octubre de 1990. Se integró en la 41.ª Escuadrilla de Escoltas -con base en Rota- formando inicialmente parte del grupo de combate «Alfa» de la flota, hasta el 2002, una fuerza naval constituida entonces por el portaviones Príncipe de Asturias y las ya operativas Santa María, Victoria y Numancia.

Habitual en las fuerzas navales permanentes de la OTAN en el Mediterráneo y el Atlántico, la F-84 inició su servicio a comienzos de los noventa con despliegues en los conflictos internacionales de la guerra del Golfo Pérsico y de los Balcanes.