Con Rivera sí

Marta Seijas TRIBUNA

FERROL

14 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No seré yo precisamente sospechosa de avalar con mi voto a Albert Rivera ni muchas de las tesis y planteamientos de la formación naranja, pero hoy me siento en la obligación moral de reconocerle al ya ex líder de Ciudadanos, la congruencia, responsabilidad y altura de miras que ha demostrado.

Presenta su dimisión asumiendo como propios todos los errores cometidos. Tal vez, el ser veleta en muchas ocasiones, le ha pasado una factura con un elevado coste del que en primera persona se ha hecho cargo, y lo ha hecho sin paños calientes.

Deja la presidencia de Ciudadanos, considerando que la formación es meramente presidencialista, no entiende seguir ostentando un cargo claramente deslegitimado al pasar de 57 a 10 escaños en apenas 196 días.

No tomará posesión de su acta como Diputado en las Cortes Generales, consecuente con los resultados y con una frase que considero que pasará a los anales de la historia: «Ser diputado no es una nómina, es un honor»; y es que no podía estar más de acuerdo, cualquier cargo electo que no quiera hacer de la política su modo de vida y sustento y realmente tenga como única motivación poner su tiempo y su trabajo al servicio de los demás, actuaría de la misma manera, lo triste es que de esos quedan pocos.

Se retira de la política activa y retomará su profesión, porque «La vida es mucho más que la política, tengo vida, la tuve y la tendré más allá de la política». Así es, y es que igual que hay que ser valiente para dar la cara y asumir responsabilidades públicas, hay que ser valiente para no aferrarse a un cargo. Lo triste y deleznable, es cuando algunos demostrando una indigencia neuronal sin parangón, montan teatrillos de vodevil acomodados en la mentira permanente, con el simple y pobre propósito de saciar su obsesión por el poder, obsesión continua y repetitiva en aras de satisfacer su egocentrismo y su narcisismo patológico.

Así pues, me quito el sombrero ante el Sr. Rivera, y tomo prestado lo escrito por un gran compañero de partido en sus RRSS : «Ojalá muchos tomen nota de la grandeza de su gesto, tanto en los partidos contrarios como en el mío propio».

Hasta siempre Albert.