Cáritas alerta del incremento de familias en «integración precaria»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

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El Centro de Inclusión de Cáritas de la calle Magdalena inauguró este mes de junio las nuevas instalaciones de los servicios de peluquería, lavandería y duchas
El Centro de Inclusión de Cáritas de la calle Magdalena inauguró este mes de junio las nuevas instalaciones de los servicios de peluquería, lavandería y duchas JOSE PARDO

Se trata de personas que tienen trabajo y vivienda, pero cuyos ingresos son insuficientes para hacer frente a todos los gastos

20 jun 2019 . Actualizado a las 11:54 h.

Tras los años más duros de la crisis económica, el número de peticiones recibidas por Cáritas procedentes de familias en situación de pobreza extrema o exclusión social se redujeron, pero, en contrapartida, la organización empezó a registrar un aumento cada vez mayor de las demandas de ayuda por parte de la llamada «sociedad insegura». «Son familias que están integradas, pero que se atopan na antesala de exclusión, porque, aínda que teñen traballo e vivenda, o seus ingresos son tan poucos que se ven obrigadas a pedir axuda para poder facer fronte a todos os gastos», explica Marta Pazo, coordinadora general de Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol.

Según el último informe de la entidad correspondiente al 2018,-que Pazo presentó ayer junto al vocal de comunicación, José María Pérez-, este tipo de familias en situación de «integración precaria» va en aumento en la diócesis, como también ocurre en el resto de España, según ha revelado recientemente el VIII Informe Foessa sobre exclusión y desarollo social, amadrinado por Cáritas y presentado hace pocos días en Madrid. Según este estudio, este colectivo asfixiado por la precariedad laboral y los gastos derivados de la vivienda representa un 41,58 % de la población gallega, mientras que el 9,1% se encuentra en situación de exclusión moderada, y el 8,36 % en exclusión severa.

También en sintonía con las conclusiones del Informe Foessa, el balance de Cáritas Diocesana de Mondoñedo Ferrol correspondiente al 2018 revela que la vivienda se ha convertido en un factor de exclusión que va en aumento, «producíndose acinamentos de familias diferentes nunha mesma vivenda», según apunta Marta Pazo. «Este problema ten ademais especial relevancia polo aumento do perfil de familia monoparental, na que unha soa persoa ten que facerse cargo de todos os gastos derivados da vivenda, quedando en situación de pobreza unha vez asume os mesmos», añade la coordinadora general de Cáritas Diocesana.

El balance del 2018 también destaca que la pobreza en el territorio de la diócesis se encuentra «moi dispersa» y pone el acento además en el porcentaje «elevadísimo» del envejecimiento poblacional, una circunstancia especialmente preocupante en el campo, «onde a dispersión e o illamento acentúan a soidade dos nosos maiores».

El balance, en números

Además, según se detalla en este último informe anual, Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol atendió a 4.755 personas en situación de exlusión social en el 2018, a través de sus diferentes programas y sus 58 centros parroquiales y gracias a los 11 trabajadores y 314 voluntarios de la entidad.

Durante el acto de presentación del balance, Pazo destacó que las aportaciones de socios y donantes se han reducido, algo que atribuye a la «fatiga da solidariedade» que padece la sociedad tras la crisis, cuando sí se volcó con los necesitados. En este sentido, animó a la población a volver a colaborar, porque, aunque el número de personas atendidas ha disminuido, ahora sus demandas son más «esixentes». «Antes as peticións eran máis básicas, de comida e roupa, pero agora as persoas que atendemos precisan axudas para os gastos da vivenda ou para formación», explicó. 

Pazo también recordó que el centro de inclusión social Gabriel Vázquez Seijas acaba de estrenar en este mes de junio las nuevas instalaciones de los servicios de peluquería, lavandería y duchas.