Derechos y deberes

Marta Seijas TRIBUNA

FERROL

13 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A algunas formaciones políticas, esas que se abanderan como paradigma de la democracia, se les llena la boca hablando de derechos y libertades, pero solamente cuando se refieren a los propios; y es que la pretensión dictatorial del pensamiento único cada vez se hace más patente en el día a día de nuestro país. Cuando celebramos los 40 años de nuestra Constitución, parece el momento ideal para debatir sobre nuestros derechos y deberes como ciudadanos, para construir caminos de convivencia teniendo presente mas que nunca, que la Carta Magna, no es otra cosa que las reglas del juego de nuestra democracia. Fue necesario un gran esfuerzo por todos los partidos políticos de la época para llegar a acuerdos y elaborar un documento que recogiera el mayor número de consensos posibles, tal vez no sea perfecta y requiera adaptarse a la sociedad actual, pero también es cierto que es una muy buena base y que con algunos retoques, puede permanecer vigente durante los próximos 40 años. Y es que al margen de cambios, el problema es que los que juegan haciendo trampas exigen los derechos pero desechan los deberes. Pedro Sánchez ha decidido anteponer su presidencia al bien general del país, y apoyándose en aquellos que pretenden romper el orden legal, se ha aliado con los que quieren cargarse a la brava el mismo ordenamiento constitucional gracias al cual alcanzó la Presidencia en una opaca moción de censura. Ahora, una vez que ya no esconde su narcisismo irrefrenable, sus ínfulas de grandeza y el tan temido ordeno y mando, sería conveniente que alguien le explicara que debe respetar unas normas que no puede cambiar a su antojo, y que España no puede estar a expensas de los caprichos de un señor que más bien es vasallo de quienes lo auparon al poder. Mientras en el día a día de Cataluña nos encontramos a valientes independentistas con la cara tapada cometiendo actos delictivos que quedan impunes, Sánchez ofrece a Torra un cupo vasco descafeinado, donde Cataluña aportará menos al resto de la nación y controlará su recaudación. Andalucía ha sido el primer toque de atención a este desgobierno. Un país y la vida de todos sus habitantes es algo mucho más serio que los caprichos de quien ni cuenta con los votos en las urnas, pero para trepar a la Presidencia sí se ampara en la Constitución…