Septiembre

Nona I. Vilariño MI BITÁCORA

FERROL

04 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta septiembre solemos aplazar importantes tareas. Porque es el momento de recuperar el ritmo vital que, allá por julio, cambió de frecuencia para facilitar el descanso y el disfrute de todo lo que suponga desconectar con el cotidiano quehacer, que es el modo más eficaz de iniciar el curso en las mejores condiciones. Aunque puede que esto tenga algo de tópico. Porque sorprendería conocer cuántos españoles no han disfrutado en su vida unas verdaderas vacaciones.

Pero este septiembre trae algo más que el convencional principio de curso. Todo invita a pensar que la indisimulada campaña electoral que ha iniciado Pedro Sánchez tras la moción de censura a Mariano Rajoy, derivará muy pronto en una desenfrenada carrera para llegar al poder o conservarlo, cueste lo que cueste. Y me temo que en ese clima resulte imposible encontrar el sosiego necesario para analizar la importancia de lo que nos traerá el mayo electoral.

No quiero abrumarlos con llamamientos a una sesuda reflexión para decidir el voto. Es muy pronto. Y aún falta información sobre candidatos y propuestas. Pero hay algo que sí es muy conveniente preguntarse: ¿Qué vamos a valorar a la hora de elegir quién nos gobernará durante los próximos cuatro años? La pregunta es sencilla. La respuesta, compleja. Porque algunos prejuicios nos impiden actuar, en determinadas circunstancias, con la libertad y la independencia que nos ayuden a valorar quién tiene más capacidad y posibilidades de liderar un gobierno estable y cohesionado que necesitamos para abordar el tratamiento de choque que ponga fin a esta parálisis.