Pensiones y gobierno

manuel couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL

11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Asistimos estos días a intensas manifestaciones y debates políticos, acerca del sistema público de pensiones, esta situación de conflictividad social está originada en el deterioro que sufre la hucha de la recaudación. Y por otro lado, Rajoy soliviantando al personal con cierta displicencia provocativa a invitar a pensiones privadas, a las que la mayoría de los pensionistas ya pusieron los cuernos, pero la gota que colmó la jarra fue ese aumento a ojo del buen cubero del 0,25.

También desde distintas instancias académicas y políticas se han dejado oír voces que alertan de las consecuencias de la actual y futura situación de las jubilaciones. En nuestra sociedad el origen de las pensiones fue cubrir dos funciones principales, por una parte evitar la pobreza y dar cobertura a las necesidades básicas de la gente, y por otra mantener un nivel de vida adecuado al esfuerzo contributivo realizado por los que han tenido trabajo y está recogido en el artículo 50 de nuestra Constitución, rito de obligado cumplimiento y que nada tiene que ver con el papel mojado en que la están convirtiendo algunos, mientras hay colectivos abandonados, o los que no están integrados correctamente en la Seguridad Social, como incapacitados, viudedad, orfandad y otros cobrando pensiones en muchos casos plagadas de irregularidades y que no los atiende el silencioso pacto de Toledo, convertido en culpable de que los gastos sean superiores a los ingresos. Para arreglarlo va a hacer de cortafuegos el Congreso, donde se discutirá la tendencia estructural del gasto, para que la lucha no sufra más desvanecimientos, veremos como se arregla el cataclismo actual, y como queda la cuantía de la pensión a cada beneficiario. Los diputados tienen la última palabra. Mientras, pensionistas, jubilados y sus familias, con la Constitución bajo el brazo, seguirán con sus asambleas en movimiento, por las calles y plazas, reclamando lo suyo actualizado, y diciéndole al Gobierno, de donde tiene que sacar el dinero. -Presupuestos, bancos, grandes empresas, sueldos escandalosos- para acabar con esta guerrita civil. Aunque por lo visto y oído hay pocas posibilidades de que esto se arregle pronto con la vigente administración, pues ya sabemos como se las gasta el cumplimiento de las Leyes. Por lo tanto nos quedamos con las ganas de saber cómo acaba esta historia, que cayó en el abandono, con coordenadas intenciones abrasivas a nuestros mayores.