Igualdad

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri CRÓNICA CIUDADANA

FERROL

11 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La igualdad. Un término muy de moda, por el que tanto se trabaja, pero que cuando se visualiza, se consigue muchas veces el efecto contrario. Me explico. Esta semana se abría el debate en Internet sobre los semáforos paritarios que se instalaron en Valencia con motivo del Día de la Mujer Trabajadora. Las señales lumínicas que incorporan un muñequito con forma de mujer, con falda incluida, se instalaron precisamente como un gesto para avanzar con normalidad en la señalética vial y acabar con el hecho de que sea exclusivamente la figura masculina la que representa a la universalidad. Se buscaba la igualdad y al final se consiguió el efecto contrario.

La incorporación de las peatonas a la red semafórica de Valencia, que llevan años existiendo en Narón -uno de los municipios gallegos pioneros en esta medida después de A Coruña- ha desatado un debate sobre si se trata de una medida que favorece la igualdad o logra un efecto inverso, que es constreñir la apariencia física de la mujer.

Los promotores de la iniciativa señalan que se ha optado por una silueta con falda porque es un icono que universalmente reconoce la figura femenina, sin embargo, los detractores de la misma argumentan que después de años intentando quitar del uniforme la obligatoriedad de la falda, van y la ponen en los semáforos.

No deja de ser una medida gestual, una de tantas que tanto lucha por la igualdad, que a veces no es entendida de la misma manera por todos. ¿Ayuda que haya un día de la mujer trabajadora? Quizás no, quizás la normalidad pasaría por eliminar del calendario esta fecha, porque ya no hace falta.