Dicen de él que es una de las promesas musicales de la comarca. A los 8 años comenzó a tocar el acordeón y tiempo después se lanzó con la gaita. Campeón Ibérico de Acordeón, ganador del concurso Toxos e Froles y finalista del Constantino Bellón, Serafín Santamariña (Fene, 1997) tiene claro que su sueño pasa por convertirse en profesor de música. «Lo de grabar un disco y esas cosas llegarán a su tiempo», explica.
-Lo del acordeón le viene de familia.
-Así es, a mi abuelo le gustaba mucho, así que mi hermana empezó a tocarlo. Un profesor venía a casa a darle clase y yo también me animé. Me gustó mucho y se me daba bien así que empecé a ir al conservatorio. Este es mi noveno año.
-¿Y por qué se animó a probar con la gaita?
-Hice la prueba de acceso en el conservatorio hace cinco años. Ahora compagino ambos instrumentos. La historia es similar a la de acordeón porque todo empezó un día que mi abuela me dijo que si tocaba la gaita me compraba una. Y yo no lo dudé ni un instante.
-¿Por cuál se decanta?
-Me gustan los dos, pero llevo más tiempo con el acordeón y me siento más unido a él.
-¿Se plantea ya el futuro o es muy pronto para hacerlo?
-Lo primero, acceder al ciclo superior de acordeón. Ese es mi objetivo a corto plazo. Después, sí pienso en el futuro y me veo como profesor de música. También me gustaría llegar a grabar un disco y hacer conciertos, pero no tengo prisa para que lleguen esas cosas.
-¿Qué le dice su entorno?
-En casa me apoyan mucho, están muy orgullosos. Mis profesores me ayudan para que siga aprendiendo día a día. Además, estoy respaldado por Dani Bellón, me anima mucho a seguir tocando, a participar en concursos y conocer gente. Y mis amigos creen que lo que hago tiene mucho mérito.