Valdoviño carece de plan para el edificio vacío de A Frouxeira

r. calvo / c. elías VALDOVIÑO / LA VOZ

FERROL

La guardería no puede reabrirse y faltan fondos para una reforma

21 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es una construcción abandonada, sin ventanas, al lado de la playa de A Frouxeira. El gobierno municipal no tiene tiempo para ocuparse de ella ni de una manera ni de otra. Solo está ahí.

Su historia comienza en 2007, cuando, dos años después de construirse, se reforma y por fin se pone a disposición pública para responder a una necesidad que se había demostrado imperiosa en el Concello. Los padres necesitaban una guardería y bajo el gobierno de Concepción Sanesteban se prepara el edificio para acoger a una veintena de niños de entre 6 meses y 3 años. La situación es inmejorable, con la vista de las dunas, y los padres se muestran muy satisfechos de poder contar al fin con un Punto de Atención Infantil.

Pero apenas dos días más tarde la guardería cerró. Las instalaciones se habían puesto en marcha antes de recibir el informe del departamento de la Xunta de Usos del Litoral, una parte del papeleo sin la cual no se podía permitir el uso de las instalaciones.

Prohibición

El edificio se quedó tal y como lo habían dejado, esperando su reapertura. Sin embargo, esa vuelta al funcionamiento tan ansiada por los padres ya no tendría lugar pues, finalmente y casi un año más tarde, la Consellería de Política Territorial, por medio de la Axencia Galega de protección da Legalidade Urbanística (Aplu), le hizo saber al gobierno de Valdoviño que dicha reapertura no sería posible, ya que, según la Ley de Costas, no era posible utilizar un edificio en ese emplazamiento para servicios que no estuviesen vinculados al mar.

Es en ese momento cuando las autoridades recuerdan el uso para el que originariamente fuera construido. La Consellería de Medio Ambiente había planeado un aula medioambiental. Sin embargo, no es hasta 2010 cuando se decide darle uso a la construcción convirtiéndola en un centro de interpretación de la naturaleza, siendo alcaldesa Isabel Álvarez. Esta vez el proyecto tenía el beneplácito de la Xunta, y así se manifestó en una orden publicada por la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, que autorizaba la solicitud de una subvención para la reforma.

A día de hoy, tres años después, Valdoviño tiene otro alcalde, José Antonio Vigo, pero no tiene plan alguno para el edificio de A Lagoa. «El proyecto sigue siendo válido, pero no hay fondos, tenemos que dedicar el presupuesto a asuntos más urgentes», aseguró el regidor.