El gobierno quiere instalar bancos y una zona verde de forma temporal
24 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un espacio libre para la estancia y disfrute de los ciudadanos. Así concibe el gobierno local el futuro de los terrenos donde hoy ya solo quedan los restos del edificio del Bambú Club, el primer inmueble construido en el barrio de Recimil en los años cuarenta. El concejal de Urbanismo, Guillermo Evia, señaló que la intención es crear un «espacio público temporal», con bancos y alguna pequeña zona verde para que pueda ser utilizado como área de esparcimiento.
La ocupación temporal de solares para usos públicos es una de las posibilidades que la ordenanza de conservación de inmuebles contempla, y dentro de esa filosofía, el gobierno local quiere aplicarla a esta parcela, de carácter municipal, como todo el barrio.
Para ello, deberá contar con autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio. «Mi intención es hablar con ellos y explicarles que esta actuación no tiene nada que ver con el resto del barrio», detalló Evia. Porque, insistió, en este caso el derribo se realizó por motivos de «seguridad». De hecho, estimaba ayer, «este fin de semana ya no quedará Bambú Club». El avance de los trabajos prevé que la demolición finalice durante la jornada de hoy. Para las siguientes semanas quedarán las tareas de desescombro y su traslado para su adecuado procesamiento en una planta de reciclaje autorizado, el adecentamiento de la fachada del edificio que colindaba con el inmueble derribado, la reparación de daños en aceras y entorno y el acondicionamiento de la parcela.
Con las tripas al aire, la demolición del Bambú Club atrae estos días todas las miradas. Ayer los viandantes se paraban para ver cómo la pinza del brazo de la gran grúa arrancaba la estructura metálica del inmueble y como, poco a poco, se comía hasta reducirlo a un montón de escombros un edificio que durante unos setenta años presidió la entrada a la plaza de España y al centro de Ferrol.
Una entrada «más digna»
Evia considera que con la actuación «se ha dignificado» esa puerta a la ciudad. Los trabajos cuestan 108.000 euros y los ejecuta la Xestión Ambiental de Contratas.
El futuro de la parcela, tras su utilización temporal como lugar de estancia, dependerá del nuevo proyecto que para el barrio de Recimil planea el PP y que todavía no ha desvelado. Solo ha avanzado que, dentro de su programa Ferrol 2020, planea levantar «un nuevo Recimil» en tres de las cuatro fases, conservando la de la plaza de España.