Los cursos para personas sin trabajo se convierten en una alternativa ocupacional y útil para los 19.473 desocupados de la comarca
07 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El dato del paro acaba de arrojar una cifra de 19.473 parados en las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal. Casi veinte mil personas sin un trabajo. ¿Qué otra opción puede haber a repartir currículos por las empresas y quedarse esperando una respuesta? En tiempos de crisis, los centros de formación, subvencionados públicamente, para desempleados emergen como una alternativa esencial y casi imprescindible para dejar de estar, como decía la película, los lunes al sol.
El Centro de Emprego de Ferrol es uno de los espacios donde se ofrecen cursos para parados. Se creó en marzo del 2008, con el objetivo de unificar todos los servicios de trabajo que daba el Concello. Actualmente imparte tres enseñanzas: carpintería, iniciación a la informática y operaciones básicas de pisos en alojamientos; además de dos certificados para atender a personas dependientes -ambos se cursan en otras aulas homologadas de la ciudad-.
Manel Naveiro es técnico en el Centro de Emprego de Ferrol. «Intentamos ser flexibles y programar cursos para encajar la oferta y la demanda de empleos», explica Naveiro. Por eso, allí se han dado otros muchos, por ejemplo, de pescadería, charcutería, reponedor, cocina...
Pero, ¿realmente valen para algo estas enseñanzas? Los docentes lo tienen claro. «Ahora es imprescindible la formación, en el mercado solo sobreviven los que tienen un mínimo de ella», afirma Andrés Carballeira, que enseña carpintería en el Centro de Emprego. «Es esencial formarse», añade Manuel González, que imparte informática básica. También asiente la profesora de operaciones básicas de pisos: «estos cursos te dan más opciones», dice Luisa López.
Y los alumnos, ¿qué piensan? ¿Cuál es su situación? «Yo elegí este curso de informática básica porque me puede ayudar mucho en mi trabajo», cuenta Maribel Castrillón, de 53 años y parada desde hace un año y medio tras trabajar de celadora sanitaria en el Sergas.
Perfil de alumnos muy variado
A pocos kilómetros de allí, los alumnos del Centro Municipal de Formación de Narón salen a hacer su descanso matutino. Carlota Fernández tiene 28 años, es titulada en Farmacia y Enfermería, pero lleva dos años en paro. «Este curso me vale para no dejar huecos en el currículo», dice sobre la enseñanza de Auxiliar de Geriatría en la que está. Su compañera Mar Naveiras (47 años) cree que el curso es «de gran ayuda»; y Pablo Taboada (20 años) tiene ilusión por encontrar trabajo después del ciclo: «a ver si van mejorando las cosas», desea Pablo.
A simple vista se aprecia, cosa que luego confirma Manel Naveiro, que es difícil señalar un prototipo de alumno: «Es imposible trazar un perfil -dice Naveiro-, pero es gente sobre todo con baja formación», detalla. ¿Ha crecido últimamente la demanda de estos cursos? «Muchísimo», dice el técnico sin dejar concluir la pregunta.
«Estos centros formativos ayudan a salvar el escalón de entrada al mercado laboral», resume Naveiro. El técnico disipa cualquier duda que puedan tener los desempleados sobre si inscribirse o no en uno de los cursos: «La formación, hoy por hoy, es fundamental», zanja Naveiro.
reportaje situación de crisis en ferrolterra, eume y ortegal
«La formación es fundamental, las empresas cada vez reclaman personas más preparadas»
Manel Naveiro