Brus pronunciada de esta manera, tal y como se escribe, es una de nuestras palabras más emblemáticas y más arraigadas en nuestro vocabulario particular. Como ya sabemos procede del inglés brush (brásh) y era un cepillo de púas duras utilizado para fregar las cubiertas de madera de los navíos de línea y más tarde las escaleras de las casas con aquel característico olor a lejía que dejaba la impronta de limpieza por toda la casa. Hoy en día se sigue utilizando para fregar la piedra de las aceras y de algunos patios y azoteas. También se le sigue llamando brus en cualquier ferretería que se precie. Nadie pone en duda que es así como se debe llamar, porque cepillos hay muchos pero brus solo hay uno, el nuestro, el de siempre.
Con el polvo y el polvero tenemos problemas, no podía ser menos. Le llamamos a la basura polvo y al polvo también le llamamos polvo. Francamente no sé cómo a la basura de la casa, con sus raspas y sus mondas de plátanos, acabamos llamándole polvo. Ni, para ser sincero, tampoco sé cómo acabamos echando el polvo en la calle, pero lo echamos, con toda familiaridad y en zapatillas, nadie se libra, polvo va y polvo viene. El polvo en realidad lo echamos en el polvero, que no es un fabricante de polvos, como podía suponerse, sino un pequeño recogedor donde depositamos lo que barremos con la escoba. Estas dos palabras, aunque parezca mentira, no tienen ese significado en castellano. En ninguna parte de España a la basura se le llama polvo ni al recogedor polvero.
En algunas zonas de Andalucía se les llama polveros a los vendedores de material de construcción. Y también en Andalucía, en la parte de la provincia de Almería, existen las llamadas rutas polveras, que no son lo que ustedes piensan, sino reuniones de moteros para hacer rutas por los montes y caminos. La acepción que sí existe en castellano y se utiliza en toda España es «echar un polvo» con el significado de acto sexual. No sé de dónde habrá salido, pero recuerda a aquello de «?pulvis es, et in pulverem reverteris».
las palabras de la tribu el habla ferrolana