Seis futbolistas herculinos juegan con el club ferrolano en la División de Honor de juveniles y buscan una oportunidad para llegar al primer equipo
21 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.En Ferrol, con un equipo hundido en Tercera, añoran aquella grandísima rivalidad con el Deportivo, los trenes (repletos de banderas verdes) que se fletaban para trasladar a miles de aficionados racinguistas a Riazor. ¡Qué tiempos aquellos!, que dirían muchos aficionados del viejo club del Inferniño, que dentro de nueve años celebrará su centenario. Después, el Dépor se transformó en el Superdépor y las generaciones más jóvenes se muestran incrédulas cuando sus padres o abuelos les cuentan que hace años en los partidos entre el Deportivo y el Racing saltaban chispas.
Es probable que esta grandísima rivalidad no propiciara el trasvase de jugadores entre una y otra localidad. Vituco Leirachá, un profundo conocedor de la historia del Deportivo, asegura que tiene que hacer un esfuerzo para recordar a ferrolanos vestidos de blanquiazul: Portugués, Anca, Fontenla, Castro y Pancho García son algunos. Mucho más difícil es recordar a coruñeses que jugaran en el Racing: Corral, Paseiro y poco más.
Un momento discreto
Hoy en día la cantera del fútbol de Ferrolterra no vive su mejor momento y los pocos talentos que salen se marchan, como Nacho Novo, que acabó en el fútbol escocés, aunque ahora juega en el Sporting; Juan Domínguez, Rochela, Piscu (aunque ahora ya dejó el club), al Deportivo; Álex López y Permuy, al Celta.
El Racing de Ferrol, con un equipo en la División de Honor de juveniles y otro en la de cadetes, se ha visto obligado a pescar en el fútbol coruñés, para contar con futbolistas de talento. Actualmente, seis coruñeses juegan en el equipo de juveniles de la División de Honor: Marcos Remeseiro (Ural), Suso Álvarez (Victoria), Javi Vispo (Deportivo), Pablo Calviño (Ural), Diego Palacios (Montañeros) y David Monteserín (Calasanz). En la pasada campaña ya militaron otros seis. De ellos, Mon Otero y Rafa Mella militan esta temporada en el equipo racinguista, aunque el primero salió cedido al Narón la pasada semana.
Amancio Campelo, que durante once años trabajó en el Ural, es el responsable de que el Racing se fijara en el fútbol coruñés: «Llegué al Racing hace tres temporadas y tras entrenar a los cadetes ahora trabajo como coordinador de la cantera. Buscar jugadores con talento no es fácil, yo veo cientos y cientos de partidos al año. Entre A Coruña y Ferrol hay tres equipos en la División de Honor de juveniles, Dépor, Montañeros y Racing. Hablamos de sesenta jugadores con un cierta calidad y no es fácil buscarlos».
Reconoce que el primer año fue más fácil, aunque ahora cuando lo ven por los campos en los partidos del Ural, Montañeros o Calasanz, ya lo temen: «Cuando vas a por un futbolista joven, con la ayuda de los padres, es difícil que no lo dejen salir, aunque a mí en alguna ocasión me han pedido dinero por dejarlo ir. Recuerdo que para traer a Pablo Calviño tuve que pelear más de tres meses».
Confianza en la cantera
Dice que es fácil convencer a los jugadores: «Ahora mismo el Racing confía en su cantera, hay muchos jugadores procedentes de la base en el primer equipo y eso anima mucho a la gente joven. Además dispone de buenas instalaciones para trabajar». La pasada semana visitó a tres clubes -Barcelona, Villarreal y Valencia- para ver cómo trabajaban en la cantera: «Son otra historia, son clubes que creen y apuestan por la cantera. Meten mucho dinero, en medios y en entrenadores. Es el futuro».