«Por don Gonzalo yo sentía un gran respeto intelectual y un afecto muy profundo»

La Voz

FERROL

10 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Charo López, junto a Amparo Rivelles, fue una de las actrices españolas que mantuvo con Torrente -uno de los grandes críticos teatrales de la lengua castellana, nadie lo olvide- una amistad más estrecha. Una amistad que en su caso estaba envuelta además, y como consecuencia de la que fue su primera profesión (la docencia), en una atmósfera especialmente literaria.

-Torrente sentía un gran afecto por usted.

-Al igual que yo por él. Por don Gonzalo yo sentía un gran respeto intelectual y un afecto muy profundo.

-Volvamos ahora, si le parece, a la pregunta con la que pensaba haber comenzado. A la que tantas veces ha oído. ¿Qué supuso para usted representar el papel de Clara Aldán en «Los gozos y las sombras»?

-Tras interpretar el papel de Clara, mi carrera cristalizó. Llegó en una época en la que yo me sentía un poco en la cuneta. Tenía ya una edad en la que habían dejado de llamarme para algunos papeles. Y Los gozos y las sombras no solo cambiaron mi vida, sino también mi personalidad como actriz. A partir de entonces, aprendí a conducir mi propio caballo.

-La serie de televisión, y por supuesto la novela, siguen generando preguntas nuevas. ¿Dejó Torrente hilos sin atar...?

-Yo creo que lo que sucede es que sus personajes son muy ricos. Porque, como en la vida real, también son muy complejos. Nadie está hecho de una sola pieza.