La historia del veto sobre Astano ha tenido una complicada trayectoria.
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La primera decisión. En 1984 comenzó la reconversión de los astilleros españoles y en 1987 la Unión Europea y el Gobierno español convinieron en que Astano dejase de construir barcos. Se establecieron medidas compensatorias para la comarca con sucesivos planes de reindustrialización, que pretendían diversificar la economía de Ferrol, aquejada del mal del monocultivo industrial. El PP utilizó contra el PSOE la marginación del astillero de Fene, pero en 1997 revalidó el veto y mantuvo las gradas vacías. 2 Nuevo veto. Por si esta situación no fuese grave, en el 2004 la Unión Europea comprobó que España había utilizado irregularmente 1.800 millones de euros aportados por el continente para la reconversión. La consecuencia fue lo que se llama segunda reconversión: privatización de gran parte de los astilleros públicos. Los de Ferrol, bahía de Cádiz y Cartagena, solo para industria militar y un 20% de civil; aunque para Fene (Astano) y San Fernando, ni eso.
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Alternativas. Nadie pretende -al menos quienes conocen el sector- que Astano vuelva a construir grandes petroleros, porque se trata de una actividad propia de países menos desarrollados. Pero el momento es oportuno para utilizar las posibilidades del recinto industrial en los campos del offshore , energía eólica marina o el inmenso negocio industrial que se avecina en la nueva generación de plataformas petrolíferas con perforaciones submarinas a 6.000 metros de profundidad. En otros tiempos no rentables, el precio del petróleo ha cambiado la situación. Alfonso García Ascaso, ingeniero, profesor en la Escuela de Ingeniería de Ferrol y ex conselleiro, sostiene que Brasil, que acaba de descubrir ingentes yacimientos bajo su plataforma continental marina, necesitará 40 plataformas y cien buques auxiliares. Astano fabricó con éxito un prototipo de barco-plataforma, la Discoverer Enterprise , antes del segundo veto. Por no hablar del mundo industrial que se abre con la energía eólica marina, como está demostrando Escocia, explica el ingeniero Primitivo González.
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Las rutas marinas. Europa estudia planes de lanzamiento del short-sea-shipping porque las rutas terrestres están colapsadas. Se diseñarán nuevos modelos de barcos para cargar camiones y trasladarlos entre puertos, evitando la contaminación. España puede recuperar su cuota de mercado en la construcción naval por esta vía.