«La filosofía nunca ha estado mejor que ahora»

B. Antón

FERROL

El profesor inglés, que ayer visitó el campus, considera que la ciencia no puede dar respuesta a todos los interrogantes

07 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Muchas personas piensan que no corren buenos tiempos para la filosofía. Que el oficio de pensar y elaborar interrogantes difícilmente puede hacerse un hueco en una sociedad que quiere respuestas rápidas y satisfacciones inmediatas. Pero Peter Clark -decano de la Facultad de Filosofía y Antropología de la Universidad de Saint Andrews (Escocia)- no es una de esas personas. Es más, el profesor británico cree que la filosofía está más viva que nunca. Ayer expuso ésta y otras claves de su pensamiento en el campus de Ferrol, donde participó en las décimo terceras Jornadas de Filosofía y Metodología de la Ciencia.

-Entonces, usted piensa que la filosofía pasa por un buen momento...

-Lo que creo es que la filosofía nunca ha estado mejor que ahora. Nunca. Ni siquiera en los buenos tiempos de la Alemania del siglo XVIII, con Kant, o de la revolución intelectual de la Viena de 1920 y 1930, con Carnap, estuvo tan bien como ahora. -¿Por qué? -En primer lugar, porque ahora vamos a hombros de gigantes. Y en segundo lugar, porque en estos momentos poseemos un montón de nuevos instrumentos conceptuales que eran desconocidos para los filósofos de la primera mitad del siglo pasado y que nos hacen entender mejor cuál es el lugar que el ser humano ocupa en la naturaleza. Mis alumnos opinan que la filosofía es el gran tema candente de la primera década del siglo veintiuno. -¿Y cuáles son los retos de la filosofía en esta década? -Principalmente, son dos. En primer lugar, intentar comprender cómo es posible para nosotros hacer matemáticas, ya que esta disciplina es clave para entender todas las ciencias. Y en segundo lugar, explicar cómo el ser humano puede tener una percepción de valores como la belleza del arte o la ética, porque eso, precisamente, es lo que nos diferencia de otros seres de la naturaleza. -¿La ciencia puede dar respuesta a todo? -No. Definitivamente, no. De ninguna manera. La ciencia nunca podrá decirte como vivir o cuáles son las virtudes de la vida. -¿Y la neurobiología? ¿Podría dar respuestas a interrogantes que hasta ahora competían a la filosofía? -Tampoco. Yo puedo conocer exactamente cómo está constituido el cerebro, entender sus conexiones, pero, aún así, jamás podré saber cómo va a contestar alguien a una pregunta sobre una cuestión ética o de qué manera va a responder a una situación determinada. -¿Cree que las nuevas tecnologías, cada vez más presentes en nuestra sociedad, pueden cambiar la esencia del ser humano? -No, al ser humano, no, pero sí están cambiando el mundo para bien. La tecnología no nos hace más felices, pero sí nos libera. -¿Qué cree usted que puede hacer la filosofía para acercarse más a la gente? -No podemos ni debemos decir a la gente qué hacer o cómo debe pensar. Ni somos predicadores, ni nuestra misión es adoctrinar. Lo que sí podemos hacer es mostrar a las personas las complejidades de las cuestiones a las que tienen que hacer frente y proporcionarles ayuda para reflexionar y pensar sobre esos temas. -Usted fue profesor del príncipe Guillermo de Inglaterra. ¿Era buen estudiante? -Muy bueno. Hizo varios cursos de filosofía y de antropología social. Realmente es muy inteligente.