El único espacio en la comarca para aparcar camiones está en Narón

Guillermo Hernández

FERROL

La Sepes no reserva estacionamientos para transportes pesados en la nueva fase de Río do Pozo

28 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El choque de un turismo contra un camión estacionado en el polígono Río do Pozo hace un mes sacó a la luz una situación que afecta a toda la comarca de Ferrol, y a gran parte de la geografía gallega: la falta de estacionamientos para los transportes pesados donde los conductores puedan hacer sus descansos. Además, esta falta es más grave en cuanto que no hay una zona en toda la comarca de Ferrol en la que los transportes que lleven mercancías peligrosas puedan estacionar con todas las garantías de seguridad. El único espacio habilitado y público para que una camión pueda pasar la noche tranquilamente está en la fase tres de Río do Pozo, con capacidad para 60 camiones. Según el Concello, la sociedad pública de suelo empresarial (Sepes) no ha reservado un espacio en la nueva fase para estacionamientos.

«Actualmente basta con ir un fin de semana a Río do Pozo o A Gándara para ver como están atestados de camiones», dice Vicente Dopico, experto en seguridad en transporte y propietario de Forgatrans. Los problemas que crean esta situación no son sólo de tráfico, sino de seguridad. Según Dopico, actualmente el tránsito de mercancías peligrosas por la comarca es elevado, «la ruta que más mueve es la que va hacia Sogarisa -la planta de tratamiento de residuos de As Somozas- que genera un movimiento de unos 35 camiones diarios». Los otros ejemplos que pone Dopico se refieren a los transportes de carburantes para gasolineras o los que llevan suministros industriales, en los que se pueden encontrar cargas peligrosas como botellas de gas propano o gasóleos.

¿Dónde descanso?

La situación es la siguiente. La legislación en transportes de carretera marca que un transportista, cada cuatro horas y media de conducción, debe descansar al menos 45 minutos. El problema apuntado por Dopico consiste en que los transportistas están sometidos a «controles muy exigentes y, sin embargo, no tienen donde descansar». No pueden hacerlo dentro de las zonas urbanas y tampoco en las carreteras de las afueras, más si se llevan mercancías peligrosas. «Pongamos el caso de Reganosa, allí cargarán diariamente 25 camiones de gas, de unas 28 toneladas, ¿qué ocurre si un conductor tiene que dormir en la calle con su camión con gas?», dice Dopico. En estos momentos, según la normativa ADR, que marca las reglas en el transporte de mercancías peligrosas, las empresas deben facilitar aparcamiento a este tipo de transportes.

Ángeles Díaz, concejala de Promoción Económica e Polígonos Industrias, explica que en la nueva fase de Río do pozo, «no hay reservado un espacio para aparcamiento». Según Díaz, el aparcamiento que existe actualmente «nunca llega estar ocupado en su totalidad». No obstante, también dijo que «en las parcelas dotacionales del Ayuntamiento, en caso de que se viese la necesidad, se podría pensar en algo».

La situación de Río do Pozo parece privilegiada. Según Dopico, «al que se le ocurrió reservar terreno para aparcar camiones tuvo una buena idea». Pero el futuro llega y con él el aumento del tráfico. «Con la apertura del puerto exterior y el aumento del tráfico vamos a ir a peor», explica Vicente Dopico.

Problema autonómico

El problema no es local. Según el estudio de Fomento, Estacionamiento para vehículos de mercancías peligrosas, en la provincia hay cuatro zonas de descanso utilizadas habitualmente. Tres están en la AP-9 (Culleredo, Teo y Miño), la cuarta se encuentra en la A-6, en Aranga. Sin embargo, el informe sólo detecta en toda Galicia dos áreas adecuadas para su uso por transportes de mercancías peligrosas. Éstas están en Lugo, en la A-6 en As Nogais; y en Pontevedra, en la A-52, en A Cañiza. Y ninguna de ellas funciona las 24 horas.