Crónica | Nuevo récord de público para el Festival Celta La cita «folkie» más sonada en España pasó su 29 aniversario superándose a sí misma. Música, cultura, calor y mucha fiesta llevaron a la villa ortegana a más de 100.000 personas
09 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.OLOR A GAITA. A cada dos pasos, un gaiteiro. De Ortigueira, de Irlanda, de Escocia... En la foto, la Scottish Power Piper Band. BUSES PARA TODOS. De esta guisa estuvieron todo el fin de semana las paradas de autobuses entre la villa y Morouzos. TENDIDO SOL, TENDIDO SOMBRA. Unas 35.000 tiendas llenaron el campo junto al pinar de Morouzos. Por esto, muchos optaron por buscar el refugio de los árboles. ARTE EN LAS CALLES. El fotógrafo de La Voz José Pardo expuso por las calles de la villa una colección de imágenes sobre el festival titulada Saias. La fórmula de música, ambiente, naturaleza, buen tiempo y gratuidad no falló este año en el Festival Celta de Ortigueira. En una edición en la que se cumplían los 29 años como referencia del folk en Galicia, la villa costera acogió durante los cuatro días de conciertos a más de 107.000 visitantes, según la organización, revalidando así el éxito alcanzado en los últimos años. El festival se confirma como el de más espectadores de España con un nuevo récord de público. La oferta contemplaba 96 horas de música, cultura y mucha diversión. En el apartado de conciertos, los nombres más destacados fueron los del acordeonista vasco Kepa Junkera, quien amenizó el momento más álgido del encuentro en la noche del sábado. Mercedes Peón fue la otra principal sorpresa, ya el domingo, para despedir la cita hasta el próximo año. Por el medio sonaron ritmos de toda Europa, desde los polacos Kroke hasta los bretones de Bagad Kemper. Y eso sin olvidar a los gallegos Milladoiro y a una Rosa Cedrón que llenó el teatro da Beneficencia para presentar su nuevo disco. Un auditorio hasta la bandera siguió los temas de Entre dous mares, de la ex vocalista de Luar na Lubre. Bandas de gaitas, exposiciones (a pocos le pasaron desapercibidas las imágenes colgadas de los escaparates en la muestra callejera Saias, del fotógrafo de La Voz José Pardo), un mercadillo repleto de artesanos, una zona de acampada a pie de playa en la que no cabía un alma... Todo esto formó parte del éxito del Ortigueira 2007. Estaba en las calles: «Esto está petao», era el comentario generalizado del público que, principalmente el sábado, se congregó en la explanada del puerto ortegano para seguir los conciertos. En tiendas de campaña, la organización estimó que se plantaron del orden de 35.000. Y más de un centenar de vendedores hicieron el agosto con sus pulseras, platitos, colgantes... Pero el principal mérito de todo está en lo que muchos no vieron en el festival. Durante estos días, unas cuatrocientas personas trabajaron a destajo para facilitar la estancia a los miles de visitantes asentados junto al pinar de Morouzos. La idea es que vuelvan el año que viene. Recién apagados los bafles del escenario principal de Estrella Galicia, desde la organización empezaron ayer mismo a planificar la cita del próximo año. El Festival Celta del 2008 será el del treinta aniversario. Y de éste se desveló ayer un dato: se celebrará entre los días 10 y 13 de julio.