Crónica | Las últimas tiendas de música de Ferrol «Cuando salió el disco de Barón Rojo, ?se agotaron más de 200 discos en nada, ahora ya no pido más de 100 cedés de ninguna novedad» dice el dueño de M4
18 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Antes eran ocho y hoy sólo quedan dos. Montana y M4 son las únicas tiendas de discos que han sobrevivido al bajón que en los últimos años ha ido hundiendo a los pequeños establecimientos de música de la ciudad. La piratería y el top manta los están matando. M4 nace en el año 1986 y Montana pocos años más tarde. Desde entonces, sus dueños, Fernando Marta y Maria Elena Sevilla, han visto cómo el resto de sus compañeros han ido cerrando y cómo las ventas de discos han caído en picado. Ahora, veinte años más tarde, ellos son los últimos. Se han quedado solos. La piratería afecta a todo: las tiendas se van cerrando, las revistas de música desaparecen y la industria discográfica no responde. «Vamos cuesta abajo», cuenta Fernando, propietario de Montana y M4. «No sé a dónde vamos a llegar; aguantaremos hasta que podamos. Hay mucha gente a la que le gusta comprar discos originales». A pesar de que las leyes han cambiado, y de que hoy en día la piratería es considerada un delito, sus consecuencias siguen siendo graves. «Es lo mismo que robar. La música no es de nuestra propiedad, la música hay que pagarla» opina Fernando. Ya no sólo afecta al mundo de la música; los cines de la ciudad también han ido desapareciendo poco a poco. Los cedés vírgenes han sustituido a la gran pantalla y a los discos de vinilo. Ferrol, ciudad donde la música siempre ha tenido muy buena acogida entre la población, ha dejado de acudir a las tiendas de discos. Ahora están vacías. «Antes, habitualmente la mayoría de nuestros clientes eran gente joven; un 60% de menos de treinta años. Ahora la mayor parte de los compradores son público adulto, con un poder adquisitivo más alto», dice Fernando Marta. El precio impera sobre la calidad, así son las cosas ahora. «Hoy en día, la música no es cara, la gasolina o el cine sí lo son, pero la música no. Lo es para el comprador no habitual, para el que compra una vez al año», señala el propietario de M4. Hace años que la «crisis del disco» llegó a la ciudad y los comerciantes ven negro el futuro del sector si no cambian las cosas. Ferrol se queda sin tiendas de música. Hoy, los jóvenes prefieren los cedés pirateados que compran en las aceras y las descargas libres de Internet. Mientras, las tiendas de discos desaparecen y los compactos originales acabarán siendo, con el tiempo, objetos de colección.