El pucelano del Racing elogia al club en el que se formó
12 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Apenas unas horas después del batacazo ante el Levante, traducido en una enorme desilusión en la plantilla, Luis Miguel Garrido recobró su amplia sonrisa. Antes de subir al autobús que llevó a la plantilla al entrenamiento en Paterna, el central pucelano recibió la noticia del día. «¿De verdad que nos tocó el Valladolid en la Copa del Rey?», preguntaba en las escaleras del vehículo sin acabar de creérselo. El bombo había emparejado al Racing con el equipo «donde empecé, que además es el de mi tierra, mi ciudad y mi familia», explicaba satisfecho. Viajos amigos Aunque el nuevo formato de la Copa del Rey le impide volver a pisar el césped de Zorrilla, tendrá la posibilidad de reencontrarse con un puñado de viejos conocidos. «Con Pepe Moré coincidí en la temporada 91/92», señala Garrido. Cuando todavía no había alcanzado la veintena, Javier Yepes le hizo debutar con el primer equipo pucelano, que alternaba con el filial que prepara el ahora técnico del Valladolid. «Después también me entrenó en la temporada 93/94», recuerda vagamente, como sus inicios junto a dos veteranos del equipo blanquivioleta como Torres Gómez y Caminero. Al margen de las connotaciones sentimentales del partido con el Valladolid, el fornido defensa del Racing admite que «los jugadores preferíamos enfrentarnos al Dépor, porque logra un mayor tirón para la afición y el equipo guarda la vieja rivalidad». Pero a continuación, como el resto de jugadores, subraya la posibilidad que abre el cruce con el Valladolid, «un conjunto más asequible ante el que intentaremos dar la sorpresa». Y se pregunta: «Si el Ourense ya le creó problemas, por qué no podemos eliminarlos nosotros». Para conseguirlo, el principal escollo que vislumbra Garrido es «la buena trayectoria del Valladolid fuera de casa». Además, «cuenta con muchas individualidades y tendremos que vigilar a jugadores que ven puerta con facilidad como Tote y Cuauhtemoc Blanco, y otros con la calidad de Jesús o Eusebio, que pueden complicar el partido en cualquier jugada, ya que tienen una gran calidad».