Honda CB500X: polivalencia total

Por Javier Armesto

MOTOR ON

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La Honda CB500X es perfecta para iniciarse en las dos ruedas, pero también para aquellos que buscan una moto urbana para el día a día y que se pueda llevar por lo marrón los fines de semana. Y encima, acceder a ella no les costará un riñón.

20 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez hay más aficionados que apuestan por motos lógicas, que no necesitan una cifra de caballos como para competir en MotoGP ni tecnología como para enviar un cohete a la Luna. La Honda CB500X es una de ellas, una máquina polivalente que atrae por su diseño aventurero, ahora en colores Rojo Grand Prix, Negro Gunpowder Mate Metalizado y Verde Perla Organic. Con su horquilla invertida Showa pintada en dorado (de 41 mm) y diferente medida de llanta, 19 delante y 17 detrás, junto a unos neumáticos mixtos, parece que nos está invitando a meternos por caminos de tierra. Y lo cierto es que podemos hacerlo con mucha comodidad, gracias también al monoamortiguador trasero Prolink con ajuste de precarga de cinco etapas (lástima que el tornillo para regularlo esté un poco escondido).

Pero no hace falta meterse por lo marrón para comprobar la efectividad de esa parte ciclo: en ciudad pasamos por encima de los badenes sin necesidad de tener que levantar ligeramente el trasero del asiento, y el juego de frenos delantero con doble disco de 296 mm con pinzas Nissin de dos pistones muestra una mordiente notable, incluso en mojado y con ABS.

La Honda CB500X tiene un motor bicilíndrico de 48 CV que sale bien en las marchas bajas, aunque no tiene unas recuperaciones brillantes: no esperemos acelerar a fondo en cuarta y que la moto salga disparada. Pero por eso mismo es una máquina perfecta para los que dan el salto a las dos ruedas o vienen de modelos de 125 o 250 cc, que tienen la seguridad de que su montura no les va a descabalgar. A ello contribuye también un embrague antirrebote que es pura mantequilla a la hora de accionarlo y que evita que se produzcan coces provenientes de la rueda trasera cuando lo soltamos de golpe. No hay control de tracción, pero tampoco lo necesita porque es una moto muy progresiva.

La posición es muy cómoda, y su cintura de avispa permite llegar fácilmente con los dos pies al suelo. La protección es buena y abarca desde los tobillos hasta la parte superior del torso, sin que la pantalla fija cree molestas turbulencias. Así que podemos circular con un gran control y disfrutar de su agilidad en curvas, ayudada por un peso contenido de 199 kilos, de los que 17,7 corresponden al depósito de gasolina lleno. Con un consumo medio de 3,6 litros a los cien, la autonomía se acerca a los 500 kilómetros, un dato sobresaliente.

Con un par máximo de 45 Nm a 6.500 rpm, esta trail asfáltica redondea su atractivo con un cuadro de instrumentos totalmente digital y que muestra de un vistazo todo lo necesario: velocidad, revoluciones, marcha engranada, nivel de combustible, temperatura del motor y kilómetros parciales. Las luces de cruce y carretera se han optimizado para ofrecer una mejor difusión del haz de luz —ahora con cuatro diodos led en vez de tres en el faro delantero— y los indicadores anteriores son también luces de posición.

Con un precio de 7.200 euros, la Honda CB500X es una gran opción para el día a día y que podemos también utilizar para viajar, equipada hasta las trancas con los numerosos accesorios disponibles. El Pack Comfort incluye puños calefactables, protectores de manos, toma de 12V, deflectores y caballete central. También hay un kit de faros antiniebla led más la protección delantera, y otro que incluye maletas laterales con paneles decorativos en negro, topbox gris de 35 litros y todo lo necesario para su instalación.