Con el otoño vuelve a TVG el mayor éxito de la ficción autonómica reciente. «Serramoura» (TVG, 22.30 horas) acaba de estrenar segunda temporada. Arrecia la tormenta en los bosques de la villa maderera
11 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Esta noche (22.30 horas), TVG estrena capítulo de Serramoura. Justo antes, la segunda entrega del programa Crónicas de Serramoura (22.00 horas). La segunda temporada arrancó el pasado fin de semana y los incondicionales del thriller de moda en Galicia ya no saben ni qué pensar. Hasta 1982 nos han trasladado los guionistas, para explicarnos quién acabó con la vida de Carme Varela, madre de Marga Neira, la sargento de la Guardia Civil que saltó a la fama el año pasado, por la resolución del asesinato de Mónica Triáns. Aquella investigación llevó hasta Serramoura al también sargento Diego Bazán. Un año después, una de las parejas de investigadores más atractivas de la televisión se deja la piel en el que posiblemente sea el caso más complicado de su carrera profesional. Mientras tanto, los habitantes de Serramoura prometen seguir conformando a su alrededor el mismo escenario de misterio que ha enganchado a la audiencia que le ha valido a la ficción el premio a la Mellor Serie, en la ultima edición de los Mestre Mateo. Serramoura cuenta la historia de una pequeña y tranquila villa del interior. Una localidad que vive de la explotación de sus recursos madereros y en la que dos familias, los Soutelo y los Fiuza, luchan por el control del negocio de la madera. Un escenario reconocible que se vio bruscamente alterado al aparecer muerta, brutalmente asesinada, una de sus vecinas. Así empezaba Serramoura. Pero el asesinato de Mónica Triáns no fue más que el primero de una larga lista de crímenes por resolver que, poco a poco, están sacando a la luz los secretos, miserias y conflictos de esta pequeña villa gallega, tan reconocible como inquietante. Ahora en Serramoura no está tan claro quién manda. Se han sentado a la mesa más jugadores y en el negocio de la madera aún queda mucho que contar.