Renovó el despacho. El periodista lo sorprende junto a un portátil. Le enseña una foto con el Rey y otra con Francisco Vázquez. Le regala dos pines de la torre de Hércules. Está muy animado. Para él, la política es una vocación. «Mi profesión es la de médico». Rajoy le parece un mal sucedáneo de Aznar. Y Feijoo, «una parodia».
Casado políticamente con el BNG, tiene palabras ambiguas para Anxo Quintana: «Es una persona agradable, pero debe ir pasando de las palabras a los hechos porque tiene una gestión importante en Galicia, la del bienestar social». Dice que no descansa nunca. «Un alcalde va por la calle con un escáner para digitalizarlo todo». El poco tiempo libre que le queda lo emplea en leer, pasear e ir al cine. Quiere que Bardem gane esta noche el Oscar. De niño, sus padres y sus tíos le cuentan que era travieso, pero aplicado. Le resulta imposible elegir un lugar favorito: «En La Coruña, casi todos». Para comer, huevos revueltos. Para beber, vino tinto. Y, si pudiese descansar después de la campaña, se iría a Australia: «Un país de modernidad y de vanguardia». Losada es un hombre tranquilo que prefiere la gestión a la palabrería de vendedor.