Sánchez ignora las peticiones del PP y asegura que no se rebajan las penas a los terroristas
ESPAÑA
Feijoo exige al presidente que retire la ley que deja sin efecto «más de trescientos años de cárcel»
09 oct 2024 . Actualizado a las 21:01 h.El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este miércoles desde la tribuna del Congreso que la ley que permitirá a los presos de ETA restarse los años de condena pasados en otros países no supone una rebaja en las penas, porque los etarras cumplirán íntegramente sus condenas en España. El pleno fijado para debatir sobre inmigración se convirtió en un campo de batalla en el que Sánchez y Feijoo se lanzaron acusaciones de manipular y engañar a las víctimas del terrorismo. El jefe del Gobierno dejó claro que no piensa retirar la ley que fue aprobada con los votos del PP y de Vox, a pesar de que estos partidos aseguran que lo hicieron por error.
«Le pido que retire la ley que deja sin efecto más de 300 años de cárcel para etarras», dijo Feijoo. «Si no lo hace —añadió—, quédese con su victoria miserable y con los seis votos de Bildu que logra con ello», dijo, ligando la posición de Sánchez a un acuerdo con EH Bildu para aprobar los Presupuestos. «Estos días muchos españoles se sienten decepcionados con mi grupo parlamentario, y tienen razón», dijo Feijoo, asumiendo el error cometido por los populares. Pero añadió que «no es lo mismo» un error que «la bajeza de impulsar una ley a sabiendas» de las consecuencias que tendrá.
Compromiso con las víctimas
El líder de los populares recordó al jefe del Gobierno que se comprometió con las víctimas del terrorismo, a través de una carta del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a que no había ninguna «voluntad» de modificar la ley para permitir que los presos etarras reduzcan sus años de condena. «Les garantizó que no habría atajos. Les dio su palabra. Pero usted una vez más, no la tiene», le espetó Feijoo a Pedro Sánchez, añadiendo que si no retira la ley «se quedará para siempre, con el aplauso de Otegi, Txapote y todos los demás». «¿Tanto rédito le da el poder que merece la pena este legado?», preguntó.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, advirtió a Feijoo de que debía ceñirse al objeto del debate, es decir a la cuestión migratoria. Y, ante ello, el líder popular respondió airado que tenía derecho «a hablar de la dignidad de los españoles asesinados por ETA». «Tengo el derecho y lo voy a hacer», insistió.
Sánchez respondió luego a esas acusaciones diciendo que no sabe si lo que ocurre es «que no saben lo que votan», en alusión a la norma que salió con el apoyo del PP y de Vox, o si «saben lo que votan pero luego cuando ven la reacción de los medios de comunicación echan las culpas a otros». El líder socialista afirmó que el verdadero problema en España es que en la oposición «no hay nadie al volante». Insistió en que «no hay rebaja de condenas» sino que «se tiene en cuenta los años que los presos ya han cumplido en cárceles en el extranjero» y por tanto «a quienes se les condenó a 30 años cumplirán 30 años. Y a quienes se les condenó a 10 años cumplirán 10 años».
Una reforma «obligatoria»
El líder socialista aseveró además que la reforma de la ley que permitirá a los etarras ahorrarse años de condena en España es «obligatoria» porque supone la transposición de una directiva europea. «Ustedes lo saben. Y por eso votaron a favor de esta ley», insistió, asegurando que los diputados del PP que apoyaron la norma tanto en la Comisión de Justicia como en el pleno eran «perfectamente conscientes de lo que se estaba aprobando». Recordó además que la ley ha tenido siete meses de tramitación parlamentaria.
Sánchez preguntó a Feijoo por qué «se escandaliza ahora y por qué ha cambiado de opinión». «¿Le han apretado, señor Feijoo? ¿O es que su grupo es incluso más torpe de lo que parece?. Es difícil decirlo, porque con ustedes uno nunca sabe dónde termina la mentira y dónde empieza la incompetencia», sostuvo.
La bronca dejó en un segundo plano el debate sobre la crisis migratoria que había sido reclamado por el PP. Pero el líder de Vox, Santiago Abascal, cuyos diputados también apoyaron por error la ley que reducirá las penas a 44 presos de ETA, obvió cualquier referencia a lo sucedido con la ley en la Comisión de Justicia y en el pleno y se centró en un duro alegato contra el Gobierno a costa de la inmigración.