Puigdemont niega un montaje: «Quería entrar en el Parlamento, pero Interior me lo impidió»
ESPAÑA
El expresidente reaparece ahora a través de un vídeo con un fondo neutro, sin que se pueda determinar dónde está realmente, aunque insiste que ya está en Waterloo y afirma que el procés no se ha acabado
11 ago 2024 . Actualizado a las 14:15 h.Carles Puigdemont vuelve a reaparecer en X, antes Twitter para negar que su furtiva aparición del jueves en Barcelona fuera un montaje para llamar la atención. «Quería entrar en el Parlament, pero Interior me lo impidió», afirma de manera tajante, dos días después de su efímera intervención bajo el Arco del Triunfo, tratando así de desmentir también las acusaciones de los Mossos de que desde un principio su único objetivo era «reventar» la toma de posesión de Salvador Illa y luego desaparecer.
El expresidente da la cara ahora a través de un vídeo de ocho minutos con un fondo neutro, en el que solo se ven la bandera europea y la senyera, sin que se pueda determinar dónde está realmente. No obstante, tanto en esta grabación como en la carta que publicó —siempre a través de X— el viernes por la noche, afirma que ya está en Waterloo, su lugar de residencia durante gran parte de los casi siete años de fuga y en donde en diversas ocasiones sí que ha grabado en exteriores frente a la fachada de la casona de ladrillo que habita.
En el vídeo que el prófugo colgó a las 14:17 horas de este sábado (poco después del final de la ceremonia de toma de posesión de Illa) el expresidente explica que fue solo tras su discurso en el paseo Lluís Companys cuando se percató de que la detención era inevitable y la entrada en el Parlament «imposible». Y que fue en ese preciso momento, y no antes, cuando, sobre la marcha, decidió darse a la fuga. «Poder volver a lugar seguro primero y después a mi residencia belga, aquí en Waterloo, pasaron a ser el objetivo», detalla.
Según el expresidente, este ejercicio de escapismo era la vía más efectiva para «denunciar internacionalmente un Estado español que no se comporta de forma democrática cuando permite que jueces del Tribunal Supremo se burlen de leyes aprobadas en el parlamento». «Desde primera hora de la mañana quedó claro que el departamento de Interior había organizado un dispositivo para impedirme el paso y no dejarme entrar». «Acceder al Parlament hubiese conllevado una detención segura y no tener la más mínima posibilidad de dirigirme a la cámara, que era mi objetivo», insiste en las imágenes.
«Nunca he querido entregarme»
En esa línea de negar que todo fuera un paripé y que no llegó a ningún pacto con los Mossos para dejarse arrestar a las puertas de la cámara legislativa, el líder de Junts afirma que su intención jamás ha sido entregarse al juez del Supremo Pablo Llarena. «Nunca he querido entregarme a una autoridad judicial, que ni es competente para perseguirnos por defender el derecho a la autodeterminación y haber organizado el referendo de independencia de Cataluña, ni tiene ningún interés en hacer justicia».
Como ya hiciera en su primera intervención del viernes, en la que llegó a atacar la deriva «españolista» de la dirección política de los Mossos, el fugado arremete con dureza contra ERC y afirmó que «no se ha acabado el proceso de independencia».
. «Hay que denunciar internacionalmente a un Estado español que no se comporta de manera democrática cuando permite que jueces del Tribunal Supremo se burlen de las leyes que aprueba su parlamento», destaca. «Lo que yo no podía imaginar es que en esta estrategia de rebelión judicial contaríamos con la colaboración de un Gobierno de Cataluña al que se le había acabado el tiempo. La represión es feroz y se está encarnizando contra unas personas como si fuesen delincuentes y menospreciados cargos políticos», apostilla.