La debilidad en el Congreso y el choque con Sumar frenan la agenda de Sánchez

Pablo Medina REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

EP

Los Presupuestos, la Ley del Suelo y la opuesta a la prostitución, algunos de los más sonados fracasos

24 may 2024 . Actualizado a las 14:03 h.

Tan solo pasaron 48 horas desde que los aliados habituales del Gobierno del PSOE frenaron la ley contra la prostitución hasta que forzaron este jueves que el partido de Pedro Sánchez retirara la reforma de la Ley del Suelo reclamada por ayuntamientos y otros organismos al no haber conseguido el apoyo de otras formaciones para sacarla adelante. Y es que el Gobierno se quiso ahorrar el varapalo en el arranque de la campaña de las elecciones europeas.

Este tropiezo legislativo saca al primer plano las grietas entre el PSOE y Sumar, así como la incapacidad de los socialistas para aprobar normas en el Congreso con sus socios, lo que pone en jaque el futuro de la legislatura y frena la agenda del presidente.

Esos dos fracasos socialistas se suman a otros cinco habidos esta semana: dos en una proposición de ley del PP de acceso a alimentos básicos y tres mociones, también del PP, sobre política exterior. Desde enero, el Gobierno naufragó en la reforma del subsidio de desempleo (lo tumbó Podemos), en la ley de amnistía, en la reprobación del titular de Interior y en la primera votación del llamado caso Koldo sacando adelante una moción del PP exigiendo al Gobierno la depuración de responsabilidades (ERC y Junts se abstuvieron). El Ejecutivo no pudo impedir que se aprobase una iniciativa del PP exigiendo la deflactación del IRPF para compensar la subida de la inflación, un texto que salió adelante gracias a la abstención de Junts, PNV y BNG. Y el 23 de abril, el PSOE y Sumar no pudieron evitar que el Congreso tomara en consideración una proposición de ley del PP para relajar la protección al lobo ibérico, que apoyaron Vox, Junts y PNV. Bildu se abstuvo.

La salud de la coalición

No negociar las medidas legislativas con otras formaciones se ha convertido en un hábito para el PSOE. Sus aliados habituales se lo reprochan. Sumar y los socios externos al Gobierno —Podemos, ERC, EH Bildu, PNV y Junts— llamaron a «cuidar» la mayoría «plural» del Ejecutivo para que la legislatura avance. Los de Yolanda Díaz ven como una especial deslealtad esa manera de proceder. Niegan incluso, según fuentes del partido citadas por diversos medios, que la coalición tenga «buena salud», aunque en público se vean obligados a decir que sí. Estos son algunas de los choques:

 

Ley contra la prostitución

La primera derrota de la semana. La iniciativa abolicionista del PSOE no obtuvo ningún respaldo el pasado martes. En todo el espectro político, y bajo acusaciones de «electoralismo» y «populismo», se pidió que la ley se tratara en la subcomisión del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género para revisar, entre otras cuestiones, los fallos en cuanto a acompañamiento, soluciones habitacionales y extranjerismos sin que hubiera que recurrir al Código Penal. En concreto, Sumar reprochó que esta norma condenaba a las mujeres a «mayor precariedad, clandestinidad, indefensión y vulnerabilidad» Votaron en contra el PP, Sumar, ERC, Junts, PNV y Bildu y tan solo apoyaron la iniciativa Coalición Canaria, el BNG, UPN y José Luis Ábalos desde el Grupo Mixto. Podemos y Vox se abstuvieron.

Ley de amnistía

Golpe de Junts. La falta de negociaciones también dejó sin aprobarse el pasado enero el primer texto de la ley de amnistía, que dejaba fuera los delitos de terrorismo «siempre y cuando, de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos». Fue la primera vez que el partido independentista de Puigdemont, que criticó que «una amnistía selectiva y en diferido no es lo que acordamos», visibilizó la inestabilidad del Gobierno al hacer ver la importancia que tendrían sus 7 escaños para el desarrollo de la legislatura incluso si el PSOE contara con el apoyo de Sumar, como en aquella ocasión.

Decretos ley

El revés de Podemos. También fue el pasado enero cuando el ministro de Justicia, Félix Bolaños, tuvo que encargarse de negociar in extremis tres decretos del PSOE —el ómnibus, el del subsidio del desempleo y el de las medidas anticrisis— con Junts, que daba portazo a su aprobación salvo que los socialistas se encargaran de reprender a las empresas que no regresaran a Cataluña después de marcharse por el referendo ilegal del 1-O. Se alcanzó el acuerdo, pero la falta de negociaciones con un Podemos ya independizado de Sumar llevó a los de Ione Belarra a dejar caer el decreto impulsado desde el Ministerio de Trabajo.

Presupuestos

Falta de liderazgo de Díaz en Cataluña. Las elecciones catalanas fueron adelantadas por la falta de acuerdo para aprobar las cuentas de la Generalitat. El PSC y ERC se entendieron, pero los comunes de Ada Colau, integrados en Sumar, las rechazaron al considerar que no tendría que haber partidas de millones de euros para un macrocomplejo con casinos. Los socialistas señalaron a Yolanda Díaz y le afearon que no hubiera ejercido su influencia para no dinamitar ese pacto. Derivado de ello, el PSOE dio por perdidas las cuentas estatales, por verse incapacitado para negociar con ERC y Junts en el Congreso.

reprobación

Marlaska, cuestionado. El 29 de febrero, el congreso aprobó la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la muerte de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) al ser arrollados por una narcolancha. La censura política, promovida por el PP y apoyada por Vox, salió adelante al abstenerse Podemos y Junts, dos socios habituales del Gobierno de coalición.

Las posturas discrepantes se extienden a los conflictos en Gaza y Ucrania

El pleno del Congreso también evidenció este jueves las discrepancias en política exterior dentro del Gobierno de coalición y de los socios parlamentarios a través de una moción del Partido Popular relacionada con Marruecos, Ucrania, Venezuela o Palestina, según recoge Efe.

Los dos partidos mayoritarios del Congreso, conscientes de las exigencias y compromisos estatales adoptados con la OTAN, sacaron adelante la moción para subir el gasto en Defensa hasta el 2 % del PIB en el 2030 y a enviar sistemas de defensa antimisil Patriot y tanques Leopard a Ucrania, pero los socios del PSOE no la apoyaron por sus posiciones antibelicistas y en contra de la Alianza.

Ambos dieron luz verde también a que el Gobierno exija en todos los foros internacionales en los que está presente, la celebración de elecciones libres y justas en Venezuela, con presencia de observadores internacionales. Un punto que fue rechazado por Sumar, ERC, Junts, Bildu, Podemos y BNG dada la afinidad ideológica de estos con el actual presidente, Nicolás Maduro.

Sáhara, Melilla y Palestina

El PSOE modificó unilateralmente la posición de España respecto al Sáhara ante el rechazo y las severas críticas de todos los grupos políticos del Congreso, que criticaron la medida y defendieron la soberanía saharaui. A fin de recuperar la postura original, Sumar se desvinculó de los socialistas y unió sus votos al PP, Vox, ERC, Bildu, PNV, Podemos y BNG para aprobar esa moción. Podemos se desvinculó también del PSOE y Sumar para aprobar junto al PP y Vox hacer público el calendario para la reapertura de la aduana comercial en Melilla. El apoyo a la solución de los dos Estados en Oriente Próximo se aprobó con la abstención de BNG y Podemos, que consideran que Israel es una potencia que ocupa Palestina.