Felipe VI llama a evitar «que el germen de la discordia se instale entre nosotros»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Captura del vídeo del discurso de Navidad de Felipe VI
Captura del vídeo del discurso de Navidad de Felipe VI

El monarca hace en su mensaje una firme defensa de la Constitución y de la unidad de España

26 dic 2023 . Actualizado a las 09:01 h.

Felipe VI hizo una firme defensa de la Constitución y de la unidad de España durante su tradicional discurso de Nochebuena. Una intervención que estuvo dedicada casi en exclusiva a estas dos cuestiones, alertando del peligro de quiebra constitucional si no se supera el momento de grave crisis política de los últimos años. El monarca explicó al principio de su discurso que a pesar de la crisis internacional que implica la guerra de Ucrania y la guerra de Gaza, iba a centrar su mensaje en clave interna con una defensa de los valores constitucionales.

El rey aseguró que con la aprobación de la Constitución «conseguimos superar la división, que ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia; que abrió heridas, fracturó afectos y distanció a las personas». Superar aquella división fue, a su juicio, «nuestro principal acierto hace ya casi cinco décadas». «Por eso, evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros es un deber moral que tenemos todos. Porque no nos lo podemos permitir» añadió, en una llamada a no repetir los errores que llevaron al país a una guerra civil de consecuencias devastadoras.

El jefe del Estado hizo una clara llamada de atención al pedir que se respete también «a las demás instituciones en el ejercicio de sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio». Palabras que llegan en un momento de fuerte discrepancia entre el poder ejecutivo y legislativo con la cúpula judicial, que ha llevado a que el mandato del Consejo General del Poder Judicial lleve ya cinco años caducado debido a la incapacidad de los dos grandes partidos de España para ponerse de acuerdo en su renovación.

Cuando se cumplen 45 años de la aprobación de la Constitución en referendo, don Felipe destacó que se trata de un modelo de convivencia que permanece vigente. «Es el mejor ejemplo de la unión y convivencia entre los españoles», dijo el rey, y también «uno de nuestros grandes activos en democracia». 

Derechos constitucionales

Felipe VI se detuvo en enumerar los actos cotidianos que en democracia están amparados por la Constitución. «Expresarse libremente, recibir una educación, tener un empleo o protegerse de una enfermedad es sin duda clave en nuestro día a día», dijo. «También lo es acceder a una vivienda, formar una familia, contar con ayuda social o disponer de un retiro digno», añadió, para asegurar que «todos esos hechos diarios y muchos más son los que la Constitución ampara, garantiza y protege».

«Quiero reivindicar la Constitución como instrumento y garantía imprescindible para que la vida de los españoles pueda seguir discurriendo con confianza», señaló, destacando que para que ese objetivo se desarrolle es preciso que «conservemos su identidad, su razón de ser como pacto colectivo de todos y entre todos para un propósito compartido». E incluso proclamó que es necesario «que preservemos su integridad».

«Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles. No hay libertades, sino imposición, no hay ley, sino arbitrariedad. Fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad» insistió. Respecto a la unidad del país, indicó que es «la razón última de nuestros éxitos y progresos». Y es, a su juicio, esa unidad «la clave para que podamos afrontar con éxito los serios y complejos retos de futuro a los que España se enfrenta hoy». Para enfrentarse a esos desafíos todas las instituciones del Estado, «comenzando por el rey», tienen el deber de «procurar siempre los intereses generales de todos los españoles con lealtad a la Constitución». En ese proceder, cada institución debe «situarse en el lugar que le corresponde» y «respetar también a las demás instituciones», así como «velar siempre por el buen nombre y el respeto a nuestro país».

Felipe VI concluyó su discurso en un tono optimista. «Deberíamos tomar mayor conciencia del gran país que tenemos», apuntó, remachando que «España seguirá adelante» y en ese camino «estará siempre la Corona, no solo porque es mi deber como rey, sino también porque es mi convicción».